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2 Samuel 24

2 Samuel 24: El Censo de David y la Misericordia de Dios

El capítulo 24 de 2 Samuel cierra este libro con un relato profundamente revelador sobre el orgullo, el pecado y la redención. David, impulsado por un deseo oculto de confiar en su poder militar en lugar de en Dios, ordena un censo nacional. Las consecuencias son devastadoras, pero también muestran la gracia divina que se manifiesta incluso en el juicio.


El Pecado del Censo: ¿Por qué Fue Tan Grave? (v. 1-10)

1. La Orden de David

Dios permite que Satanás (o su propia ira, según 1 Crónicas 21:1) incite a David a contar a los hombres de guerra en Israel y Judá (v. 1).

  • Joab advierte: “¿Por qué quiere esto el rey?” (v. 3).
  • David insiste, revelando orgullo y autosuficiencia:
  • Quiere medir su fuerza militar, olvidando que sus victorias vinieron de Dios (2 Samuel 22:30-40).
  • Desobedece la ley de Moisés, que prohibía censar al pueblo sin rescate (Éxodo 30:12).

2. La Convicción y el Arrepentimiento

Tras nueve meses, el censo se completa:

  • 800,000 guerreros en Israel.
  • 500,000 en Judá.

Inmediatamente, David siente remordimiento:

“He pecado gravemente… he obrado muy neciamente” (v. 10).

Reflexión:
El pecado a menudo parece “inocente” al principio. Contar personas no parece malo, pero el corazón detrás lo corrompe.
Dios disciplina a quienes ama (Hebreos 12:6). David, como líder, debe aprender que la verdadera seguridad está en Dios, no en números.


El Juicio de Dios y la Elección de David (v. 11-17)

Dios envía al profeta Gad con tres opciones de castigo:

  1. Tres años de hambre.
  2. Tres meses de derrota ante enemigos.
  3. Tres días de peste.

David elige la peste, diciendo:

“Caiga en manos de Jehová, porque sus misericordias son muchas” (v. 14).

La Peste Devastadora

  • 70,000 israelitas mueren (v. 15).
  • El ángel destructor se detiene en la era de Arauna (v. 16), donde Dios dice: “¡Basta!”.

David clama en angustia:

“Yo pequé… ¿qué hicieron estas ovejas?” (v. 17).

Lección clave:

  • David prefiere el juicio divino al humano, porque conoce el carácter misericordioso de Dios.

El Altar en la Era de Arauna: Redención y Perdón (v. 18-25)

Dios ordena a David construir un altar en la era de Arauna el jebuseo.

El Encuentro con Arauna

  • Arauna ofrece tierras y animales gratis (v. 22-23).
  • David insiste en pagar:

“No ofreceré a Jehová holocaustos que no me cuesten nada” (v. 24).

Compra el terreno por 50 siclos de plata (más tarde, en 1 Crónicas 21:25, se mencionan 600 siclos de oro para todo el monte Moriah).

El Significado Profético

  • Este lugar será después el Monte del Templo (2 Crónicas 3:1), donde Salomón construirá el templo.
  • Simboliza que la redención tiene un costo, prefigurando el sacrificio de Cristo.

Reflexión:
La verdadera adoración requiere sacrificio. David no busca atajos; reconoce que el perdón exige humildad y entrega.
Dios transforma el juicio en gracia. Lo que comenzó como pecado termina en un lugar santo para encuentro con Dios.


Conclusión: ¿Qué Nos Enseña Este Capítulo?

  1. El peligro de la autosuficiencia. Confiar en números, riquezas o poder humano en lugar de Dios siempre lleva al fracaso.
  2. El arrepentimiento genuino trae restauración. David no se justifica, sino que clama por misericordia.
  3. Dusai es justo, pero también compasivo. Aun en el castigo, provee un camino de redención.

¿En qué áreas de tu vida estás confiando más en tus “números” que en Dios?

Si este estudio te desafió, ¡compártelo! La historia de David nos recuerda que incluso los grandes pecadores pueden hallar gracia ante el Gran Rey.

“Jehová se aplacó con la tierra, y cesó la plaga” (v. 25).

Texto integro del Libro de 2 Samuel capítulo: 24
2 Samuel capítulo 24

Salmo 24

Y VOLVIÓ el furor de Jehová á encenderse contra Israel, é incitó á David contra ellos á que dijese: Ve, cuenta á Israel y á Judá.
2 Y dijo el rey á Joab, general del ejército que tenía consigo: Rodea todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beer-seba, y contad el pueblo, para que yo sepa el número de la gente.
3 Y Joab respondió el rey: Añada Jehová tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor al rey; mas ¿para qué quiere esto mi señor el rey?
4 Empero la palabra del rey pudo más que Joab, y que los capitanes del ejército. Salió pues Joab, con los capitanes del ejército, de delante del rey, para contar el pueblo de Israel.
5 Y pasando el Jordán asentaron en Aroer, á la mano derecha de la ciudad que está en medio de la arroyada de Gad y junto á Jazer.
6 Después vinieron á Galaad, y á la tierra baja de Absi: y de allí vinieron á Dan-jaán y alrededor de Sidón.
7 Y vinieron luego á la fortaleza de Tiro, y á todas las ciudades de los Heveos y de los Cananeos; y salieron al mediodía de Judá, á Beer-seba.
8 Y después que hubieron andado toda la tierra, volvieron á Jerusalem al cabo de nueve meses y veinte días.
9 Y Joab dió la cuenta del número del pueblo al rey; y fueron los de Israel ochocientos mil hombres fuertes que sacaban espada; y de los de Judá quinientos mil hombres.
10 Y después que David hubo contado el pueblo, punzóle su corazón; y dijo David á Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, ruégote que quites el pecado de tu siervo, porque yo he obrado muy neciamente.
11 Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, fué palabra de Jehová á Gad profeta, vidente de David, diciendo:
12 Ve, y di á David: Así ha dicho Jehová: Tres cosas te ofrezco: tú te escogerás una de ellas, la cual yo haga.
13 Vino pues Gad á David, é intimóle, y díjole: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿ó que huyas tres meses delante de tus enemigos, y que ellos te persigan? ¿o que tres días haya pestilencia en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.
14 Entonces David dijo á Gad: En grande angustia estoy: ruego que caiga en la mano de Jehová, porque sus miseraciones son muchas, y que no caiga yo en manos de hombres.
15 Y envió Jehová pestilencia á Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado: y murieron del pueblo, desde Dan hasta Beer-seba, setenta mil hombres.
16 Y como el ángel extendió su mano sobre Jerusalem para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía el pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Entonces el ángel de Jehová estaba junto á la era de Arauna Jebuseo.
17 Y David dijo á Jehová, cuando vió al ángel que hería al pueblo: Yo pequé, yo hice la maldad: ¿qué hicieron estas ovejas? Ruégote que tu mano se torne contra mí, y contra la casa de mi padre.
18 Y Gad vino á David aquel día, y díjole: Sube, y haz un altar á Jehová en la era de Arauna Jebuseo.
19 Y subió David, conforme al dicho de Gad, que Jehová le había mandado.
20 Y mirando Arauna, vió al rey y á sus siervos que pasaban á él. Saliendo entonces Arauna, inclinóse delante del rey hacia tierra.
21 Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey á su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, para edificar altar á Jehová, á fin de que la mortandad cese del pueblo.
22 Y Arauna dijo á David: Tome y sacrifique mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto; y trillos y otros pertrechos de bueyes para leña:
23 Todo lo da como un rey Arauna al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.
24 Y el rey dijo á Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré á Jehová mi Dios holocaustos por nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.
25 Y edificó allí David un altar á Jehová, y sacrificó holocaustos y pacíficos; y Jehová se aplacó con la tierra, y cesó la plaga de Israel.

Resumen del capítulo 24 del libro de 2 Samuel

El capítulo 24 del Libro de 2 Samuel narra el último episodio importante en la vida de David antes de su muerte, que involucra un censo de Israel y la consecuente ira divina. Aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo:

El censo de David:

  1. El capítulo comienza con la descripción de cómo Dios se enojó contra Israel y lo instigó a ir contra David. David, en un acto de orgullo o arrogancia, decide llevar a cabo un censo de su pueblo para conocer la cantidad de hombres en edad de luchar que tiene a su disposición.

Joab advierte a David:

  1. Joab, el comandante del ejército de David, objeta la decisión de David de realizar el censo, advirtiéndole que esto no sería agradable a los ojos de Dios y que podría llevar a consecuencias negativas.

El censo se lleva a cabo:

  1. A pesar de la advertencia de Joab, David insiste en realizar el censo. Joab y su equipo recorren todo Israel para contar a la población, y el resultado es la cifra de 800,000 hombres en Israel y 500,000 en Judá.

David se arrepiente:

  1. Después de llevar a cabo el censo, David se da cuenta de que ha cometido un gran pecado al desobedecer a Dios y se siente abrumado por la culpa y el remordimiento.

La elección del castigo:

  1. Dios envía al profeta Gad para que le ofrezca a David tres opciones de castigo por su pecado: tres años de hambre en la tierra, tres meses de huida ante sus enemigos, o tres días de peste en la tierra.

La peste y el sacrificio:

  1. David elige enfrentar tres días de peste. La plaga azota a Israel, causando la muerte de 70,000 personas.
  2. David, angustiado por la devastación causada por la peste, se dirige al monte Moriah y se encuentra con Arauna, un jebuseo. David le pide a Arauna comprar su era para ofrecer sacrificios a Dios y poner fin a la peste.

El sacrificio y la misericordia de Dios:

  1. Arauna ofrece a David todo lo necesario para el sacrificio, pero David insiste en pagar el precio completo. David ofrece sacrificios y oraciones a Dios en el altar construido en el monte Moriah.
  2. Dios responde al sacrificio y, en su misericordia, detiene la peste antes de que cause más daño.

Conclusión:
El capítulo 24 de 2 Samuel destaca la importancia de la obediencia a Dios y muestra las consecuencias de la arrogancia y la desobediencia. David reconoce su pecado, se arrepiente y ofrece sacrificios como un acto de reconciliación con Dios. Este episodio subraya la necesidad de humildad y la misericordia divina en la relación entre Dios y su pueblo.

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