El CICLO DE ESTER
El libro de Ester, uno de los relatos más cautivadores de la Biblia hebrea, nos transporta al antiguo Imperio Persa, donde se despliega una historia llena de intrigas, poder y liberación. A través de sus páginas, nos adentramos en el mundo de Asuero, el rey persa conocido como Jerjes en la historia secular, cuyo reinado abarcó desde el año 485 al 465 a.C. Durante ese tiempo, el territorio persa se extendía desde el levante hasta la India, y desde Etiopía hasta sus fronteras occidentales (1.1). La ciudad de Susa (1.2), residencia del monarca, se convierte en el escenario central de los acontecimientos dramáticos que se desarrollan.
conflicto entre Mardoqueo y Amán
El relato comienza con el repudio de Asuero hacia su esposa, la reina Vasti, y su elección de Ester, una joven judía de una belleza excepcional, como su nueva reina. Ester es prima de Mardoqueo y se convierte en el centro de un conflicto grave entre él y Amán, el primer ministro amalecita del Imperio. Esta disputa culmina en una orden real de exterminar a todos los judíos en un solo día, con el objetivo de apoderarse de sus bienes (3.13). Sin embargo, Mardoqueo, quien una vez salvó la vida del rey (2.21-23), y con la valiosa ayuda de Ester, logra liberar a su pueblo de la destrucción planificada. Amán, el enemigo de los judíos, es ahorcado, y los judíos se defienden eliminando a todos aquellos que los odian (9.5). Incluso Ester instiga la ejecución de los diez hijos de Amán (9.13-14). La historia culmina con la institución de la festividad de Purim, celebrada los días 14 y 15 del mes de Adar (entre febrero y marzo), en conmemoración de la liberación del pueblo judío (9.24).
la fiesta de Purim, una historia de liberación del pueblo judío
El origen del libro de Ester se remonta probablemente a finales del período persa, alrededor de la primera mitad del siglo IV a.C. Es posible que se haya escrito fuera de Palestina y que su propósito sea demostrar que la fiesta de Purim se basa en una historia de liberación del pueblo judío, de manera similar a cómo la Pascua se basa en la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto.
Aunque este relato es de lectura fácil, plantea desafíos interpretativos. El hecho de que nunca se mencione explícitamente a Dios, aunque su presencia pueda inferirse (4.13-14), impregna la historia de un tono profano, intensificado por la naturaleza de la festividad de Purim hasta nuestros días. Se hace referencia al “pueblo judío” y a “los judíos”, pero no se menciona a Israel como nación o país. Aunque los personajes principales son prominentes, la trama no se ajusta completamente a los conocimientos históricos actuales sobre Persia y la tolerancia de sus reyes. Por último, el libro sorprende por su atmósfera vengativa y revanchista, similar a los salmos imprecatorios (cf. Salmo 58.6-11; consulta la Introducción a los Salmos). Los eventos narrados en Ester pueden interpretarse como una enseñanza sobre el poder de Dios y cómo Él puede alterar los planes humanos, sin importar cuán firmes y definitivos parezcan.