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2 Samuel 15

2 Samuel 15: La Rebelión de Absalón y el Dolor de un Padre

La Astucia de Absalón para Robar el Corazón del Pueblo

Absalón, el hijo de David, comenzó a tejer cuidadosamente su rebelión. Durante cuatro años (según algunos manuscritos; otros dicen cuarenta), se presentó como un líder accesible y justiciero:

  • Estrategia política: Se colocaba a la entrada de la ciudad, interceptaba a quienes iban al juicio del rey, y les decía: “Tus palabras son buenas y justas, pero no tienes quien te oiga por el rey”.
  • Gestos calculados: A quienes se inclinaban ante él, los tomaba de la mano y los besaba, ganándose su lealtad.
  • Apariencia de realeza: Se rodeó de carros, caballos y cincuenta hombres que corrían delante de él, imitando la pompa de un monarca.

Así, “robó el corazón de los de Israel”, preparando el terreno para su insurrección.

La Conspiración y la Huida de David

Cuando consideró que el momento era oportuno, Absalón pidió permiso para ir a Hebrón, supuestamente para cumplir un voto a Dios. Sin embargo, su verdadero plan era proclamarse rey:

  • Espías y aliados: Envió mensajeros por todas las tribus para anunciar su coronación al son de trompetas.
  • Traición clave: Logró el apoyo de Ahitofel, uno de los consejeros más sabios de David, lo que fortaleció su rebelión.

Al enterarse, David decidió huir de Jerusalén para evitar una masacre. Con lágrimas y humillación (cubierto y descalzo), subió el Monte de los Olivos, mientras el pueblo lo seguía en duelo.

Lealtad en Medio de la Crisis

A pesar de la traición, algunos permanecieron fieles a David:

  1. Itai el geteo: Un extranjero recién llegado que se negó a abandonar al rey, declarando: “Donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo”.
  2. Sadoc y Abiatar: Los sacerdotes quisieron llevar el arca con David, pero él les ordenó regresar a Jerusalén, confiando en la voluntad de Dios.
  3. Husai: David lo envió de vuelta a la ciudad para contrarrestar los consejos de Ahitofel y espiar para él.

El Duelo de un Padre Traicionado

Mientras Absalón entraba triunfante en Jerusalén, David lloraba su traición no solo como rey, sino como padre. Su oración revela su angustia: “¡Entontece, oh Jehová, el consejo de Ahitofel!”.

Lecciones Claves

  1. El poder de la manipulación: Absalón usó carisma y falsas promesas para ganar seguidores.
  2. La humildad en la adversidad: David aceptó huir en lugar de provocar una guerra civil.
  3. La lealtad verdadera: Personajes como Itai y Husai demostraron fidelidad en los momentos más oscuros.
  4. Las consecuencias del pecado: Esta rebelión fue parte del juicio profetizado por Natán (2 Samuel 12:11).

Reflexión Final

La historia de Absalón nos advierte sobre los peligros de la ambición desmedida y la manipulación. Al mismo tiempo, muestra cómo Dios obra incluso en las crisis más dolorosas.

¿Te impactó este relato? Comparte este análisis para reflexionar sobre la importancia de la integridad, la lealtad y la sumisión a la voluntad de Dios, incluso cuando el camino es difícil.

Texto integro del Libro de 2 Samuel capítulo: 15
2 Samuel capítulo 15

Capítulo 15

ACONTECIÓ después de esto, que Absalom se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.
2 Y levantábase Absalom de mañana, y poníase á un lado del camino de la puerta; y á cualquiera que tenía pleito y venía al rey á juicio, Absalom le llamaba á sí, y decíale: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
3 Entonces Absalom le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas: mas no tienes quien te oiga por el rey.
4 Y decía Absalom: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen á mí todos los que tienen pleito ó negocio, que yo les haría justicia!
5 Y acontecía que, cuando alguno se llegaba para inclinarse á él, él extendía la mano, y lo tomaba, y lo besaba.
6 Y de esta manera hacía con todo Israel que venía al rey á juicio: y así robaba Absalom el corazón de los de Israel.
7 Y al cabo de cuarenta años aconteció que Absalom dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya á Hebrón, á pagar mi voto que he prometido á Jehová:
8 Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gessur en Siria, diciendo: Si Jehová me volviere á Jerusalem, yo serviré á Jehová.
9 Y el rey le dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y se fué á Hebrón.
10 Empero envió Absalom espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oyereis el sonido de la trompeta, diréis: Absalom reina en Hebrón.
11 Y fueron con Absalom doscientos hombres de Jerusalem por él convidados, los cuales iban en su sencillez, sin saber nada.
12 También envió Absalom por Achitophel Gilonita, del consejo de David, á Gilo su ciudad, mientras hacía sus sacrificios. Y la conjuración vino á ser grande, pues se iba aumentando el pueblo con Absalom.
13 Y vino el aviso á David, diciendo: El corazón de todo Israel va tras Absalom.
14 Entonces David dijo á todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: Levantaos, y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalom; daos priesa á partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad á filo de espada.
15 Y los siervos del rey dijeron al rey: He aquí, tus siervos están prestos á todo lo que nuestro señor el rey eligiere.
16 El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas para que guardasen la casa.
17 Salió pues el rey con todo el pueblo que le seguía, y paráronse en un lugar distante.
18 Y todos sus siervos pasaban á su lado, con todos los Ceretheos y Peletheos; y todos los Getheos, seiscientos hombres que habían venido á pie desde Gath, iban delante del rey.
19 Y dijo el rey á Ittai Getheo: ¿Para qué vienes tú también con nosotros? vuélvete y quédate con el rey; porque tú eres extranjero, y desterrado también de tu lugar.
20 ¿Ayer viniste, y téngote de hacer hoy que mudes lugar para ir con nosotros? Yo voy como voy: tú vuélvete, y haz volver á tus hermanos: en ti haya misericordia y verdad.
21 Y respondió Ittai al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el rey, que, ó para muerte ó para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo.
22 Entonces David dijo á Ittai: Ven pues, y pasa. Y pasó Ittai Getheo, y todos sus hombres, y toda su familia.
23 Y todo el país lloró en alta voz; pasó luego toda la gente el torrente de Cedrón; asimismo pasó el rey, y todo el pueblo pasó, al camino que va al desierto.
24 Y he aquí, también iba Sadoc, y con él todos los Levitas que llevaban el arca del pacto de Dios; y asentaron el arca del pacto de Dios. Y subió Abiathar después que hubo acabado de salir de la ciudad todo el pueblo.
25 Pero dijo el rey á Sadoc: Vuelve el arca de Dios á la ciudad; que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me volverá, y me hará ver á ella y á su tabernáculo:
26 Y si dijere: No me agradas: aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere.
27 Dijo aun el rey á Sadoc sacerdote: ¿No eres tú el vidente? Vuélvete en paz á la ciudad; y con vosotros vuestros dos hijos, tu hijo Ahimaas, y Jonathán hijo de Abiathar.
28 Mirad, yo me detendré en los campos del desierto, hasta que venga respuesta de vosotros que me dé aviso.
29 Entonces Sadoc y Abiathar volvieron el arca de Dios á Jerusalem; y estuviéronse allá.
30 Y David subióla cuesta de las olivas; y subió la llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, y subieron llorando así como subían.
31 Y dieron aviso á David, diciendo: Achitophel está entre los que conspiraron con Absalom. Entonces dijo David: Entontece ahora, oh Jehová, el consejo de Achitophel.
32 Y como David llegó á la cumbre del monte para adorar allí á Dios, he aquí Husai Arachîta que le salió al encuentro, trayendo rota su ropa, y tierra sobre su cabeza.
33 Y díjole David: Si pasares conmigo, serme has de carga;
34 Mas si volvieres á la ciudad, y dijeres á Absalom: Rey, yo seré tu siervo; como hasta aquí he sido siervo de tu padre, así seré ahora siervo tuyo, entonces tú me disiparás el consejo de Achitophel.
35 ¿No estarán allí contigo Sadoc y Abiathar sacerdotes? Por tanto, todo lo que oyeres en la casa del rey, darás aviso de ello á Sadoc y á Abiathar sacerdotes.
36 Y he aquí que están con ellos sus dos hijos, Ahimaas el de Sadoc, y Jonathán el de Abiathar: por mano de ellos me enviaréis aviso de todo lo que oyereis.
37 Así se vino Husai amigo de David á la ciudad; y Absalom entró en Jerusalem.

Resumen del capítulo 15 del libro de 2 Samuel

Por supuesto, aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo 15 del libro de 2 Samuel:

El capítulo 15 de 2 Samuel narra un evento importante en la vida de David, donde su propio hijo Absalón comienza a conspirar contra él y a ganar seguidores para un levantamiento.

Absalón, quien había sido reconciliado con su padre David en el capítulo anterior, comienza a ganar el favor del pueblo al posicionarse como un líder carismático y apelar a la simpatía de la gente. Comienza a establecer una conspiración secreta contra David con el objetivo de tomar el trono.

Absalón se levanta temprano cada día y se coloca en la entrada de la ciudad, donde se encuentra el camino hacia el palacio real. Allí intercepta a las personas que vienen a buscar la justicia del rey y les muestra simpatía y comprensión. A menudo les dice que su padre, el rey David, no está disponible para atender sus asuntos legales y que él, Absalón, hará todo lo posible para ayudarlos.

Con el tiempo, Absalón gana la lealtad de muchas personas de Israel, incluyendo a personas influyentes. La conspiración de Absalón se fortalece, y la gente comienza a pensar que él sería un mejor rey que David.

Finalmente, Absalón se siente lo suficientemente seguro como para dar el siguiente paso en su plan. Le pide a David permiso para ir a Hebrón, una ciudad importante, para cumplir una promesa que había hecho a Dios. David, sin sospechar nada malicioso, le da su bendición.

Una vez en Hebrón, Absalón proclama públicamente que él es el rey y que se está levantando contra su propio padre, David. La conspiración se convierte en un levantamiento abierto y un conflicto civil está a punto de estallar en Israel.

Este capítulo es crucial para la historia de David y Absalón, ya que muestra cómo Absalón comienza a ganar apoyo popular y a traicionar a su propio padre en su búsqueda del trono. La astucia política de Absalón y su manipulación de la opinión pública se destacan en este capítulo, lo que lleva a un conflicto cada vez más intenso entre padre e hijo.

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