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2 Samuel 14

2 Samuel 14: La Astucia de Joab y el Regreso de Absalón

El Plan de Joab para Reconciliar a David con Absalón

Joab, el general de David, percibió que el rey anhelaba ver a su hijo Absalón, quien había huido a Gesur después de matar a Amnón. Sin embargo, David no actuaba por temor a la opinión pública o por su propia indecisión. Entonces, Joab urdió un plan: envió a una mujer sabia de Tecoa para presentarle a David una parábola que reflejara su situación.

La mujer se presentó como una viuda con dos hijos que se habían enfrentado, resultando uno muerto. Ahora, la familia exigía venganza contra el hijo sobreviviente, lo que dejaría a la mujer sin descendencia. David, compadecido, prometió proteger al hijo.

La Aplicación de la Parábola

La mujer entonces reveló el verdadero propósito de su historia: “¿Por qué piensas tú otro tanto contra el pueblo de Dios?” Con astucia, comparó la situación de Absalón con la del hijo sobreviviente, sugiriendo que David estaba negando la reconciliación a su propio pueblo al no permitir el regreso de su hijo.

David, al descubrir que Joab estaba detrás de esto, accedió a traer de vuelta a Absalón, pero con una condición: “Que no vea mi rostro”.

El Regreso de Absalón y su Ambición

Absalón volvió a Jerusalén, pero durante dos años vivió aislado, sin ver al rey. Su impaciencia lo llevó a tomar medidas drásticas:

  • Quemó los campos de Joab para forzar su mediación
  • Finalmente, Joab intercedió y David aceptó verlo

El encuentro fue emotivo: “El rey besó a Absalón”, mostrando una reconciliación superficial. Sin embargo, el corazón de Absalón ya estaba lleno de ambición y resentimiento.

Lecciones Claves

  1. La manipulación puede lograr objetivos a corto plazo, pero no resuelve conflictos profundos – Joab usó astucia, pero no hubo verdadera restauración.
  2. La indecisión puede prolongar el dolor – David tardó en actuar, permitiendo que el resentimiento de Absalón creciera.
  3. Las reconciliaciones forzadas suelen ser frágiles – El beso de David no eliminó la ambición de su hijo.

Reflexión Final

Este capítulo muestra cómo las estrategias humanas pueden lograr resultados temporales, pero sin un corazón genuinamente reconciliado, el conflicto persiste. La historia de Absalón es un recordatorio de que la verdadera paz requiere más que un simple perdón formal.

¿Te impactó este relato? Comparte este análisis para reflexionar sobre la importancia de abordar los conflictos con sabiduría y sinceridad. La reconciliación auténtica va más allá de las palabras.

Texto integro del Libro de 2 Samuel capítulo: 14
2 Samuel capítulo 14

Capítulo 14

Y CONOCIENDO Joab hijo de Sarvia, que el corazón del rey estaba por Absalom,
2 Envió Joab á Tecoa, y tomó de allá una mujer astuta, y díjole: Yo te ruego que te enlutes, y te vistas de ropas de luto, y no te unjas con óleo, antes sé como mujer que ha mucho tiempo que trae luto por algún muerto;
3 Y entrando al rey, habla con él de esta manera. Y puso Joab las palabras en su boca.
4 Entró pues aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva.
5 Y el rey le dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Yo á la verdad soy una mujer viuda y mi marido es muerto.
6 Y tu sierva tenía dos hijos y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los despartiese, hirió el uno al otro, y matólo.
7 Y he aquí toda la parentela se ha levantado contra tu sierva, diciendo: Entrega al que mató á su hermano, para que le hagamos morir por la vida de su hermano á quien él mató, y quitemos también el heredero. Así apagarán el ascua que me ha quedado, no dejando á mi marido nombre ni reliquia sobre la tierra.
8 Entonces el rey dijo á la mujer: Vete á tu casa, que yo mandaré acerca de ti.
9 Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sin culpa.
10 Y el rey dijo: Al que hablare contra tí, tráelo á mí, que no te tocará más.
11 Dijo ella entonces: Ruégote, oh rey, que te acuerdes de Jehová tu Dios, que no dejes á los cercanos de la sangre aumentar el daño con destruir á mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.
12 Y la mujer dijo: Ruégote que hable tu criada una palabra á mi señor el rey. Y él dijo: Habla.
13 Entonces la mujer dijo: ¿Por qué pues piensas tú otro tanto contra el pueblo de Dios? que hablando el rey esta palabra, es como culpado, por cuanto el rey no hace volver á su fugitivo.
14 Porque de cierto morimos, y somos como aguas derramadas por tierra, que no pueden volver á recogerse: ni Dios quita la vida, sino que arbitra medio para que su desviado no sea de él excluido.
15 Y que yo he venido ahora para decir esto al rey mi señor, es porque el pueblo me ha puesto miedo. Mas tu sierva dijo: Hablaré ahora al rey: quizá él hará lo que su sierva diga.
16 Pues el rey oirá, para librar á su sierva de mano del hombre que me quiere raer á mí, y á mi hijo juntamente, de la heredad de Dios.
17 Tu sierva pues dice: Que sea ahora la respuesta de mi señor el rey para descanso; pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para escuchar lo bueno y lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo.
18 Entonces él respondió, y dijo á la mujer: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntare. Y la mujer dijo: Hable mi señor el rey.
19 Y el rey dijo: ¿No ha sido la mano de Joab contigo en todas estas cosas? Y la mujer respondió y dijo: Vive tu alma, rey señor mío, que no hay que apartarse á derecha ni á izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado: porque tu siervo Joab, él me mandó, y él puso en boca de tu sierva todas estas palabras;
20 Y que trocara la forma de las palabras, Joab tu siervo lo ha hecho: mas mi señor es sabio, conforme á la sabiduría de un ángel de Dios, para conocer lo que hay en la tierra.
21 Entonces el rey dijo á Joab: He aquí yo hago esto: ve, y haz volver al mozo Absalom.
22 Y Joab se postró en tierra sobre su rostro, é hizo reverencia, y después que bendijo al rey, dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío; pues que ha hecho el rey lo que su siervo ha dicho.
23 Levantóse luego Joab, y fué á Gessur, y volvió á Absalom á Jerusalem.
24 Mas el rey dijo: Váyase á su casa, y no vea mi rostro. Y volvióse Absalom á su casa, y no vió el rostro del rey.
25 Y no había en todo Israel hombre tan hermoso como Absalom, de alabar en gran manera: desde la planta de su pie hasta la mollera no había en él defecto.
26 Y cuando se cortaba el cabello, (lo cual hacía al fin de cada año, pues le causaba molestia, y por eso se lo cortaba,) pesaba el cabello de su cabeza doscientos siclos de peso real.
27 Y naciéronle á Absalom tres hijos, y una hija que se llamó Thamar, la cual era hermosa de ver.
28 Y estuvo Absalom por espacio de dos años en Jerusalem, y no vió la cara del rey.
29 Y mandó Absalom por Joab, para enviarlo al rey; mas no quiso venir á él; ni aunque envió por segunda vez, quiso él venir.
30 Entonces dijo á sus siervos: Bien sabéis las tierras de Joab junto á mi lugar, donde tiene sus cebadas; id, y pegadles fuego; y los siervos de Absalom pegaron fuego á las tierras.
31 Levantóse por tanto Joab, y vino á Absalom á su casa, y díjole: ¿Por qué han puesto fuego tus siervos á mis tierras?
32 Y Absalom respondió á Joab: He aquí, yo he enviado por ti, diciendo que vinieses acá, á fin de enviarte yo al rey á que le dijeses: ¿Para qué vine de Gessur? mejor me fuera estar aún allá. Vea yo ahora la cara del rey; y si hay en mí pecado, máteme.
33 Vino pues Joab al rey, é hízoselo saber. Entonces llamó á Absalom, el cual vino al rey, é inclinó su rostro á tierra delante del rey: y el rey besó á Absalom.

Resumen del capítulo 14 del libro de 2 Samuel

Por supuesto, aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo 14 del libro de 2 Samuel:

El capítulo 14 de 2 Samuel comienza con Joab, quien es un importante comandante del ejército de David, notando que el rey David está triste y añorando a su hijo Absalón, quien huyó después de matar a su hermano Amnón. Joab se da cuenta de que David anhela tener a Absalón de vuelta, pero no sabe cómo hacerlo.

Joab decide idear un plan para ayudar a reconciliar a David y Absalón. Para hacerlo, encuentra a una mujer sabia de Tecoa y le pide que finja ser una viuda afligida. Le dice que vaya a hablar con el rey David y le cuente una historia triste que haga pensar a David en la situación de su propio hijo Absalón.

La mujer de Tecoa sigue el consejo de Joab y se presenta ante David. Le cuenta una historia inventada sobre dos hijos, donde uno mató al otro, y la familia está pidiendo justicia. Ella dice que teme que su propio hijo también pueda ser asesinado, y le ruega a David que tome medidas para evitarlo. La historia conmueve a David y le hace pensar en Absalón.

David le asegura a la mujer que no le harán daño a su hijo y promete que no será lastimado. La mujer insiste en que quiere que David perdone a Absalón y lo haga regresar a Jerusalén. David finalmente cede y le promete a la mujer que traerá de vuelta a Absalón.

Joab regresa a Jerusalén y le informa a David que su plan ha funcionado, y David envía a buscar a Absalón. Cuando Absalón regresa a Jerusalén, se reconcilia con David, pero todavía existe tensión entre ellos debido a lo que pasó en el pasado.

Este capítulo muestra cómo Joab orquesta una estratagema para ayudar a reconciliar a David y Absalón, y cómo la sabiduría de la mujer de Tecoa influye en la decisión de David de traer de vuelta a su hijo. También ilustra la importancia de la reconciliación en las relaciones familiares y cómo la sabiduría puede influir en las decisiones de un líder.

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