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2 Samuel 12

2 Samuel 12: La Reprensión, el Arrepentimiento y la Restauración

La Parábola que Desenmascaró un Pecado

Dios envió al profeta Natán para confrontar a David, pero lo hizo de una manera magistral: a través de una parábola sobre un hombre rico que robó la única oveja de un pobre. David, sin darse cuenta de que era él el protagonista de la historia, se indignó y declaró: “¡Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte!”. Fue entonces cuando Natán pronunció las palabras que atravesaron el corazón del rey: “Tú eres aquel hombre”.

La Confrontación Directa

Natán no solo señaló el pecado de David, sino que también le recordó todo lo que Dios había hecho por él:

  • Lo había ungido como rey
  • Lo había librado de Saúl
  • Le había dado riquezas y honor
  • Le habría dado aún más si lo hubiera pedido

Pero David había despreciado la palabra de Dios al cometer adulterio con Betsabé y asesinar a Urías. Las consecuencias serían graves: “No se apartará jamás de tu casa la espada”.

El Arrepentimiento de David

Frente a la verdad, David no puso excusas. Su respuesta fue breve pero poderosa: “Pequé contra Jehová”. Aunque Natán le anunció que Dios había perdonado su pecado y que no moriría, las consecuencias de sus acciones seguirían su curso:

  • El hijo recién nacido moriría
  • La violencia marcaría su familia (como se verá en capítulos posteriores)

El Duelo y la Aceptación

David pasó siete días en ayuno y oración, rogando por la vida del niño. Pero cuando el pequeño murió, su reacción sorprendió a sus siervos: se levantó, se lavó, adoró a Dios y comió. Explicó: “Mientras el niño vivía, ayunaba y lloraba… pero ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver?”. Esta actitud muestra una profunda aceptación de la voluntad divina.

La Restauración y la Esperanza

A pesar del dolor, Dios mostró misericordia:

  • David y Betsabé tuvieron otro hijo, Salomón (llamado Jedidías por el profeta Natán, que significa “amado de Jehová”)
  • David lideró una victoria decisiva contra Rabá, capital de Amón, consolidando su reinado

Lecciones para Hoy

  1. Dios confronta el pecado, pero lo hace con misericordia y oportunidad de arrepentimiento.
  2. El pecado tiene consecuencias, incluso después del perdón.
  3. La verdadera adoración surge incluso en medio del dolor, como lo demostró David al inclinarse ante Dios después de la muerte de su hijo.
  4. Dios siempre da una nueva oportunidad, simbolizada en el nacimiento de Salomón.

¿Te conmovió esta historia? Compártela con otros para mostrar cómo el arrepentimiento genuino puede llevar a la restauración, incluso cuando las consecuencias del pecado son inevitables. La vida de David nos enseña que nadie está más allá del alcance de la gracia de Dios.

Texto integro del Libro de 2 Samuel capítulo: 12
2 Samuel capítulo 12

Capítulo 12

Y ENVIÓ Jehová á Nathán á David, el cual viniendo á él, díjole: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas:
3 Mas el pobre no tenía más que una sola cordera, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado, y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno: y teníala como á una hija.
4 Y vino uno de camino al hombre rico; y él no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar al caminante que le había venido, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y aderezóla para aquél que le había venido.
5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo á Nathán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.
6 Y que él debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo esta tal cosa, y no tuvo misericordia.
7 Entonces dijo Nathán á David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl;
8 Yo te dí la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno: demás de esto te dí la casa de Israel y de Judá; y si esto es poco, yo te añadiré tales y tales cosas.
9 ¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Uría Hetheo heriste á cuchillo, y tomaste por tu mujer á su mujer, y á él mataste con el cuchillo de los hijos de Ammón.
10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada; por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Uría Hetheo para que fuese tu mujer.
11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo levantaré sobre ti el mal de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré á tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres á la vista de este sol.
12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel, y delante del sol.
13 Entonces dijo David á Nathán: Pequé contra Jehová. Y Nathán dijo á David: También Jehová ha remitido tu pecado: no morirás.
14 Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar á los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido morirá ciertamente.
15 Y Nathán se volvió á su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Uría había parido á David, y enfermó gravemente.
16 Entonces rogó David á Dios por el niño; y ayunó David, recogióse, y pasó la noche acostado en tierra.
17 Y levantándose los ancianos de su casa fueron á él para hacerlo levantar de tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.
18 Y al séptimo día murió el niño; pero sus siervos no osaban hacerle saber que el niño era muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oir nuestra voz: ¿pues cuánto más mal le hará, si le dijéremos que el niño es muerto?
19 Mas David viendo á sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño era muerto; por lo que dijo David á sus siervos: ¿Es muerto el niño? Y ellos respondieron: Muerto es.
20 Entonces David se levantó de tierra, y lavóse y ungióse, y mudó sus ropas, y entró á la casa de Jehová, y adoró. Y después vino á su casa, y demandó, y pusiéronle pan, y comió.
21 Y dijéronle sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y él muerto, levantástete y comiste pan.
22 Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, por manera que viva el niño?
23 Mas ahora que ya es muerto, ¿para qué tengo de ayunar? ¿podré yo hacerle volver? Yo voy á él, mas él no volverá á mí.
24 Y consoló David á Bath-sheba su mujer, y entrando á ella, durmió con ella; y parió un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová:
25 Que envió por mano de Nathán profeta, y llamó su nombre Jedidiah, á causa de Jehová.
26 Y Joab peleaba contra Rabba de los hijos de Ammón, y tomó la ciudad real.
27 Entonces envió Joab mensajeros á David, diciendo: Yo he peleado contra Rabba, y he tomado la ciudad de las aguas.
28 Junta pues ahora el pueblo que queda, y asienta campo contra la ciudad, y tómala; porque tomando yo la ciudad, no se llame de mi nombre.
29 Y juntando David todo el pueblo fué contra Rabba, y combatióla, y tomóla.
30 Y tomó la corona de su rey de su cabeza, la cual pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosas; y fué puesta sobre la cabeza de David. Y trajo muy grande despojo de la ciudad.
31 Sacó además el pueblo que estaba en ella, y púsolo debajo de sierras, y de trillos de hierro, y de hachas de hierro; é hízolos pasar por hornos de ladrillos: y lo mismo hizo á todas las ciudades de los hijos de Ammón. Volvióse luego David con todo el pueblo á Jerusalem.

Resumen del capítulo 12 del libro de 2 Samuel

El capítulo 12 del libro de 2 Samuel en la Biblia narra la confrontación entre el profeta Natán y el rey David después de los pecados de David con Betsabé y el asesinato de Urías. Aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo 12:

El capítulo 12 comienza con la historia de Natán, el profeta, quien es enviado por Dios a hablar con David. Natán se presenta ante David con una parábola sobre un hombre rico que tenía muchas ovejas y un hombre pobre que tenía solo una corderita que amaba como a un miembro de su familia. El hombre rico, en lugar de usar sus propias ovejas para una comida especial, toma la corderita del hombre pobre y la sacrifica.

David se indigna ante esta historia y declara que el hombre rico merece ser castigado por su avaricia e injusticia. En ese momento, Natán revela que la parábola es una representación de los pecados de David. Natán le dice a David que él es el hombre rico en la historia y que ha pecado gravemente ante los ojos del Señor al cometer adulterio con Betsabé y ordenar el asesinato de Urías.

David, confrontado con la verdad de su pecado, reconoce su culpa y pecado ante Dios. Él confiesa: “Pequé contra el Señor”. Natán le comunica que, aunque Dios perdona su pecado, habrá consecuencias. Dios castigará a David tomando la vida de su hijo concebido con Betsabé.

El capítulo 12 también menciona la profecía de Natán sobre cómo la espada nunca se apartará de la casa de David y cómo habrá conflictos y calamidades en su familia como resultado de sus pecados.

David ayuna y se postra ante Dios en oración, pero a pesar de sus ruegos, el hijo de Betsabé enferma gravemente. El niño finalmente muere, y David se levanta, se lava y se viste, adorando al Señor.

El capítulo 12 resalta la importancia de la confrontación y la confesión de los pecados. David, aunque cae en el pecado, demuestra arrepentimiento genuino y busca la misericordia de Dios.

En resumen, el capítulo 12 de 2 Samuel narra la confrontación de Natán con David sobre sus pecados de adulterio y asesinato, la confesión y el arrepentimiento de David, y las consecuencias del pecado en su vida y en su familia. También muestra la misericordia de Dios al perdonar a David, aunque hayan consecuencias.

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