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Éxodo 36

Éxodo 36: La Construcción del Tabernáculo | El Pueblo Respondiendo al Llamado Divino

Al estudiar los capítulos 25 al 36 del libro de Éxodo, contemplamos la maravillosa manifestación de cómo el pueblo de Dios responde a su llamado cuando sus corazones son tocados por el Espíritu Santo. La construcción del tabernáculo no es simplemente un proyecto arquitectónico; representa la total dedicación del pueblo a la obra divina.

La Abundancia de Ofrendas: Corazones Tocados por Dios

La respuesta abrumadora del pueblo a la recolección de materiales muestra que cuando Dios toca verdaderamente los corazones, la respuesta es generosa y entusiasta. Desde las primeras ofrendas hasta el punto en que Moisés tuvo que detener la contribución, vemos un flujo constante de recursos entregados voluntariamente.

El detalle específico de que “el pueblo trae mucho más de lo que es menester” enseña que cuando respondemos genuinamente al llamado de Dios, nuestra contribución excede las expectativas humanas. Esta abundancia no refleja riqueza material sino la disposición espiritual del pueblo.

La Participación de Expertos: Sabiduría Impartida por Dios

La selección divina de Bezaleel y Aholiab como principales artesanos establece un principio importante sobre el liderazgo en la obra de Dios. Su llenura especial del Espíritu Santo en sabiduría, inteligencia y ciencia muestra que el servicio efectivo requiere capacitación y habilidad específicas impartidas por Dios.

La capacidad otorgada para “enseñar” junto con la habilidad técnica subraya que el ministerio cristiano incluye tanto la ejecución como la instrucción. No basta con tener habilidades personales; debemos estar preparados para capacitar a otros en el servicio divino.

La Ejecución Fiel: Siguiendo el Diseño Divino

La meticulosa atención a cada detalle del diseño original muestra que la obra de Dios debe ser realizada conforme a sus especificaciones exactas. Desde las cortinas hasta las tablas, pasando por los corchetes y barras, cada elemento fue construido siguiendo las instrucciones originales dadas por Dios.

La repetición precisa de medidas y materiales especificados anteriormente demuestra que nuestra obediencia a Dios debe ser exacta y fiel a sus directrices. No se trata de cumplir requisitos mínimos sino de seguir cuidadosamente el patrón celestial.

La Organización del Trabajo: Un Cuerpo Funcionando en Unidad

La distribución organizada del trabajo entre los diferentes artesanos muestra cómo debe funcionar el cuerpo de Cristo. Desde los trabajadores principales hasta los ayudantes, cada persona tenía un rol específico que contribuía al propósito mayor de construir el testimonio divino.

La mención específica de quienes trabajaban con “corazón sabio” enseña que nuestras habilidades naturales deben ser consagradas mediante sabiduría espiritual para ser plenamente útiles en la obra del Señor.

La Completitud de la Obra: Todo según el Diseño Divino

La lista completa de elementos construidos para el tabernáculo muestra que la obra de Dios requiere preparación meticulosa. Desde las estructuras principales hasta los detalles más pequeños, cada componente tiene su lugar en el plan divino. Esta atención a cada detalle enseña que nuestro servicio a Dios debe ser integral y cuidadoso.

La provisión abundante de materiales antes de comenzar la construcción propiamente dicha establece un patrón para todo ministerio cristiano: debemos asegurar primero los recursos necesarios antes de emprender grandes proyectos espirituales.

Si este mensaje ha tocado tu corazón como ha tocado el mío al escribirlo, compártelo con otros. Hay personas en tu círculo que necesitan descubrir estas verdades eternas que pueden transformar sus vidas. Comparte este artículo y permite que otros experimenten la maravilla del Dios que desea habitar entre nosotros.

Texto integro del Libro de Éxodo capítulo: 36
Éxodo capítulo 36

Capítulo 36

HIZO, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón, á quien Jehová dió sabiduría é inteligencia para que supiesen hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado Jehová.
2 Y Moisés llamó á Bezaleel y á Aholiab, y á todo varón sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y á todo hombre á quien su corazón le movió á llegarse á la obra, para trabajar en ella;
3 Y tomaron de delante de Moisés toda la ofrenda que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, á fin de hacerla. Y ellos le traían aún ofrenda voluntaria cada mañana.
4 Vinieron, por tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.
5 Y hablaron á Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la atención de hacer la obra que Jehová ha mandado que se haga.
6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campo, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más obra para ofrecer para el santuario. Y así fue el pueblo impedido de ofrecer;
7 Pues tenia material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.
8 Y todos los sabios de corazón entre los que hacían la obra, hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de lino torcido, y de jacinto, y de púrpura y carmesí; las cuales hicieron de obra prima, con querubines.
9 La longitud de la una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos: todas las cortinas tenían una misma medida.
10 Y juntó las cinco cortinas la una con la otra: asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra.
11 E hizo las lazadas de color de jacinto en la orilla de la una cortina, en el borde, á la juntura; y así hizo en la orilla al borde de la segunda cortina, en la juntura.
12 Cincuenta lazadas hizo en la una cortina, y otras cincuenta en la segunda cortina, en el borde, en la juntura; las unas lazadas enfrente de las otras.
13 Hizo también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntó las cortinas, la una con la otra; é hízose un tabernáculo.
14 Hizo asimismo cortinas de pelo de cabras para la tienda sobre el tabernáculo, é hízolas en número de once.
15 La longitud de la una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos: las once cortinas tenían una misma medida.
16 Y juntó las cinco cortinas de por sí, y las seis cortinas aparte.
17 Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la postrera cortina en la juntura, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina en la juntura.
18 Hizo también cincuenta corchetes de metal para juntar la tienda, de modo que fuese una.
19 E hizo una cubierta para la tienda de cueros rojos de carneros, y una cubierta encima de cueros de tejones.
20 Además hizo las tablas para el tabernáculo de madera de Sittim, para estar derechas.
21 La longitud de cada tabla de diez codos, y de codo y medio la anchura.
22 Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro: así hizo todas las tablas del tabernáculo.
23 Hizo, pues, las tablas para el tabernáculo: veinte tablas al lado del austro, al mediodía.
24 Hizo también las cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de la una tabla para sus dos quicios, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos quicios.
25 Y para el otro lado del tabernáculo, á la parte del aquilón, hizo veinte tablas,
26 Con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de la una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.
27 Y para el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.
28 Para las esquinas del tabernáculo en los dos lados hizo dos tablas,
29 Las cuales se juntaban por abajo, y asimismo por arriba á un gozne: y así hizo á la una y á la otra en las dos esquinas.
30 Eran, pues, ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.
31 Hizo también las barras de madera de Sittim; cinco para las tablas del un lado del tabernáculo,
32 Y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado del tabernáculo á la parte occidental.
33 E hizo que la barra del medio pasase por medio de las tablas del un cabo al otro.
34 Y cubrió las tablas de oro, é hizo de oro los anillos de ellas por donde pasasen las barras: cubrió también de oro las barras.
35 Hizo asimismo el velo de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, el cual hizo con querubines de delicada obra.
36 Y para él hizo cuatro columnas de madera de Sittim; y cubriólas de oro, los capiteles de las cuales eran de oro; é hizo para ellas cuatro basas de plata de fundición.
37 Hizo también el velo para la puerta del tabernáculo, de jacinto, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, obra de recamador;
38 Y sus cinco columnas con sus capiteles: y cubrió las cabezas de ellas y sus molduras de oro: pero sus cinco basas las hizo de metal.

Resumen del capítulo 36 del libro Éxodo

Claro, aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo 36 del Libro de Éxodo de la Biblia:

Éxodo 36 continúa relatando los eventos relacionados con la construcción del Tabernáculo, que es el lugar de encuentro entre Dios y los israelitas en el desierto.

  1. Bezaleel, Aholiab y otros artesanos hábiles que habían sido designados por Dios para la tarea, toman la responsabilidad de coordinar la construcción del Tabernáculo.
  2. El capítulo comienza describiendo cómo los israelitas respondieron generosamente al llamado de Moisés para contribuir con los materiales necesarios. Traen una gran cantidad de materiales, como metales preciosos, telas, pieles, madera, aceite y piedras preciosas.
  3. Los artesanos comienzan a trabajar en la construcción del Tabernáculo y sus elementos, como el arca de la alianza, la mesa para los panes de la proposición, el candelabro, los altares y las cortinas.
  4. Se enfatiza que la gente trabajaba con gran habilidad y dedicación, siguiendo las instrucciones exactamente como Dios se las había dado a Moisés.
  5. El capítulo detalla la construcción de las cortinas que cubren el Tabernáculo, así como los ganchos, varas y bases que se utilizan en su estructura.
  6. Se menciona la confección de las cortinas que dividirán el interior del Tabernáculo en dos compartimentos, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo.
  7. Se resalta que el pueblo siguió contribuyendo con materiales hasta que los artesanos les pidieron que se detuvieran, ya que tenían más que suficiente para completar la obra.
  8. El capítulo concluye enfatizando la habilidad, la dedicación y la cooperación del pueblo y de los artesanos en la construcción del Tabernáculo.

En resumen, Éxodo 36 narra la continuación de la construcción del Tabernáculo y destaca la generosidad y la habilidad del pueblo de Israel, así como la obediencia de los artesanos en la realización de esta importante tarea. Este capítulo muestra cómo los israelitas trabajaron juntos para construir el lugar de adoración móvil de Dios según las especificaciones divinas.

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