Texto integro del Libro de la biblia Isaías capítulo: 59
Isaías 60
La futura gloria de Sion
1Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
2Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.
3Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.
4Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos.
5Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti.
6Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová.
7Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.
8¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas?
9Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
10Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.
11Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes.
12Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado.
13La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies.
14Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sion del Santo de Israel.
15En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos.
16Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.
17En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores.
18Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.
19El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria.
20No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados.
21Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.
22El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto.
Resumen del capítulo 59 del libro de Isaías
El capítulo 59 de Isaías aborda la separación causada por el pecado y destaca la necesidad de redención y justicia divina. Isaías describe la extensión del pecado y la falta de paz, pero también señala la intervención de Dios para traer salvación y restauración. A continuación, se presenta un resumen estructurado del capítulo:
Introducción:
El capítulo 59 comienza con una declaración contundente sobre la capacidad de Dios para salvar y escuchar, contrastando esta realidad con la percepción del pueblo de que Dios está lejos y no atiende.
Versículos 1-8: El Pecado y sus Consecuencias:
Isaías describe la separación causada por el pecado, señalando que las iniquidades han separado al pueblo de su Dios y que sus pecados han escondido Su rostro. Se destaca la presencia del pecado, la injusticia y la violencia en la sociedad, llevando a la ausencia de paz y a una ceguera espiritual que impide la percepción de la luz divina.
Versículos 9-15: Confesión de Pecado y la Necesidad de Redención:
El profeta confiesa los pecados del pueblo y destaca la realidad de que no hay justicia ni quien clame por la verdad. La confesión incluye imágenes fuertes de contaminación, injusticia y violencia. Aunque reconocen sus transgresiones, el pueblo no ha buscado la verdad ni la justicia.
Versículos 16-21: La Intervención de Dios y la Promesa de Redención:
Isaías cambia el tono hacia la intervención divina. Se destaca que Dios ve la situación y decide actuar. Él mismo se pone la justicia y la salvación como armadura y el yelmo de la salvación en su cabeza. Viene a redimir a los que se arrepienten y temen Su nombre. La promesa es que Su Espíritu y Sus palabras estarán en la boca de los descendientes de Israel y en sus labios para siempre.
Conclusión:
El capítulo 59 de Isaías presenta un cuadro impactante de la separación causada por el pecado y la falta de justicia en la sociedad. El pueblo reconoce sus transgresiones, pero la confesión no se traduce en un arrepentimiento genuino y un cambio de comportamiento. Isaías destaca la necesidad de redención y la intervención divina para traer justicia y restauración. La descripción de Dios vistiendo la justicia como una armadura y la promesa de enviar Su Espíritu indican la acción soberana de Dios para remediar la situación. Este capítulo refleja un tema recurrente en Isaías, que es la conexión entre el pecado humano y la necesidad de redención divina. La promesa de redención y la presencia continua del Espíritu de Dios son señales de esperanza en medio de la oscuridad causada por el pecado.