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Marcos: 1

El Poderoso Comienzo del Evangelio de Marcos: Juan el Bautista, el Bautismo de Jesús y los Primeros Milagros

El Evangelio de Marcos comienza con una explosión de acción divina. No hay largas genealogías ni relatos de infancia, sino un inicio directo que nos sumerge en la predicación de Juan el Bautista, el bautismo de Jesús y los primeros milagros que demostraron su autoridad sobre lo natural y lo espiritual.

Juan el Bautista: La Voz que Prepara el Camino

Todo empieza con Juan el Bautista, un hombre vestido con pelo de camello y un cinturón de cuero, alimentándose de langostas y miel silvestre. Su mensaje era claro y contundente: “Preparad el camino del Señor”. No era un predicador cualquiera; era el cumplimiento de la profecía de Isaías, el mensajero enviado para anunciar la llegada del Mesías.

Juan bautizaba en el río Jordán, llamando al arrepentimiento y al perdón de pecados. Multitudes acudían a él, confesando sus faltas y sumergiéndose en las aguas como símbolo de renovación. Pero él mismo declaraba que su bautismo era solo con agua, porque detrás de él venía “alguien más poderoso”, quien bautizaría “con Espíritu Santo”.

El Bautismo de Jesús: Los Cielos se Abren

En medio de este escenario, aparece Jesús de Nazaret. Aunque sin pecado, se acerca al Jordán para ser bautizado por Juan. Al salir del agua, ocurre algo asombroso: los cielos se abren, el Espíritu Santo desciende como una paloma, y una voz declara: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”. Este momento marca el inicio público del ministerio de Jesús, confirmando su identidad como el Hijo de Dios.

La Tentación en el Desierto y el Comienzo del Ministerio

Inmediatamente después, el Espíritu lleva a Jesús al desierto, donde es tentado por Satanás durante cuarenta días. Aunque el relato de Marcos es breve, muestra la humanidad de Jesús enfrentando pruebas, pero también su victoria, pues los ángeles acuden a servirle.

Tras el arresto de Juan el Bautista, Jesús regresa a Galilea predicando: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”. Su mensaje era revolucionario: Dios estaba actuando, y la salvación había llegado.

Los Primeros Discípulos: Pescadores de Hombres

Junto al mar de Galilea, Jesús llama a sus primeros discípulos: Simón (Pedro), Andrés, Jacobo y Juan. Eran pescadores, hombres comunes, pero Jesús les da un nuevo propósito: “Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”. De inmediato, dejan sus redes y lo siguen. Este acto de obediencia radical marca el inicio de una transformación que cambiaría el mundo.

Autoridad sobre los Demonios y las Enfermedades

La fama de Jesús crece rápidamente. En Capernaum, enseña en la sinagoga con una autoridad que asombra a todos, diferente a la de los escribas. Pero su poder no se limita a las palabras: un hombre poseído por un espíritu inmundo grita: “¡Sé quién eres, el Santo de Dios!”. Jesús lo reprende, y el demonio sale con violencia, dejando a todos maravillados.

Luego, sana a la suegra de Pedro de una fiebre con solo tomarla de la mano. Al caer la noche, llevan a Jesús enfermos y endemoniados, y él los sana a todos, demostrando dominio sobre el dolor y las fuerzas del mal.

Jesús y el Leproso: Misericordia y Poder

Uno de los momentos más conmovedores ocurre cuando un leproso se acerca a Jesús. En la cultura judía, la lepra significaba exclusión y desesperanza. Pero este hombre, arrodillándose, dice: “Si quieres, puedes limpiarme”. Jesús, movido por compasión, lo toca—un gesto impactante—y declara: “Quiero, sé limpio”. Al instante, la lepra desaparece.

Aunque Jesús le pide silencio, el hombre no puede contenerse y difunde la noticia. Tanta es la fama de Jesús que ya no puede entrar en las ciudades abiertamente, pero la gente lo busca incluso en los lugares desiertos.

Un Evangelio de Acción y Autoridad

Marcos 1 es un capítulo lleno de movimiento: desde el desierto donde Juan predica hasta las sinagogas donde Jesús enseña, desde el río Jordán hasta los hogares donde se realizan milagros. No hay lugar para la pasividad; cada versículo muestra a un Salvador activo, compasivo y poderoso.

Jesús no solo habla del reino de Dios—lo demuestra con señales, sanidades y liberaciones. Su autoridad sobre lo natural y lo sobrenatural confirma que él es verdaderamente el Hijo de Dios, el Mesías esperado. Y así, con un inicio tan dinámico, Marcos nos invita a seguir leyendo, porque esta es solo la primera página de una historia que cambia vidas.

Texto integro del Libro de la biblia Marcos capítulo: 1

Marcos 1
Predicación de Juan el Bautista
1Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
2Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti.
3Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.
4Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.
5Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
6Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.
7Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.
8Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
El bautismo de Jesús
9Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
10Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
11Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Tentación de Jesús
12Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.
13Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
Jesús principia su ministerio
14Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
15diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Jesús llama a cuatro pescadores
16Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
17Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
18Y dejando luego sus redes, le siguieron.
19Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes.
20Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.
Un hombre que tenía un espíritu inmundo
21Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba.
22Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,
24diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
25Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!
26Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
27Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?
28Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
Jesús sana a la suegra de Pedro
29Al salir de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
30Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.
31Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.
Muchos sanados al ponerse el sol
32Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;
33y toda la ciudad se agolpó a la puerta.
34Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.
Jesús recorre Galilea predicando
35Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
36Y le buscó Simón, y los que con él estaban;
37y hallándole, le dijeron: Todos te buscan.
38El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.
39Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Jesús sana a un leproso
40Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme.
41Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio.
42Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
43Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego,
44y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
45Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

Resumen del capítulo 1 del libro de Marcos

El Evangelio según Marcos, el segundo libro del Nuevo Testamento en la Biblia, es uno de los cuatro evangelios que relatan la vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesucristo. El primer capítulo de Marcos establece el tono para el resto del Evangelio, presentando rápidamente a Jesús como el Hijo de Dios y el Mesías esperado.

El capítulo 1 de Marcos comienza con la aparición de Juan el Bautista, un profeta que predice la llegada de alguien más poderoso que él. Juan bautiza a la gente en el río Jordán como un símbolo de arrepentimiento, preparándolos para la venida del Mesías. En este contexto, Jesús aparece para ser bautizado por Juan, a pesar de que este se siente indigno de hacerlo. Cuando Jesús es sumergido en el agua, el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma, y se escucha una voz del cielo que declara: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia”.

Después de su bautismo, Marcos relata que el Espíritu Santo lleva a Jesús al desierto, donde ayuna durante cuarenta días y es tentado por Satanás. Este periodo de prueba simboliza la preparación espiritual de Jesús para su ministerio público. Después de vencer las tentaciones, Jesús regresa a la sociedad y comienza a predicar el evangelio del reino de Dios.

En el versículo 14, Marcos resume el mensaje central de Jesús: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio”. Este anuncio marca el inicio del ministerio público de Jesús, enfocándose en la proclamación del reino de Dios y llamando a la gente al arrepentimiento y la fe.

A medida que Jesús camina por las orillas del mar de Galilea, llama a sus primeros discípulos: Simón (también conocido como Pedro), Andrés, Santiago y Juan. Los llama a ser pescadores de hombres, indicando que su misión será llevar a las personas a la verdad y la redención. La respuesta inmediata de los discípulos destaca la autoridad y el poder magnético de Jesús.

El relato continúa con Jesús enseñando en la sinagoga de Capernaúm, donde asombra a la multitud con su autoridad y sabiduría. Marcos destaca que Jesús no enseña como los escribas, sino con autoridad divina. Durante su enseñanza, se encuentra con un hombre poseído por un espíritu inmundo, y Jesús lo libera con una palabra de autoridad. Este evento demuestra el poder de Jesús sobre las fuerzas espirituales malignas y confirma su identidad divina.

El capítulo 1 de Marcos también resalta la actividad sanadora de Jesús. Después de dejar la sinagoga, Jesús va a la casa de Simón Pedro, donde encuentra a la suegra de Pedro enferma con fiebre. Jesús la toca y la fiebre la abandona inmediatamente, mostrando su capacidad para sanar enfermedades con solo un gesto. La noticia de sus acciones se difunde rápidamente, y la gente de toda la región comienza a llevar a los enfermos y poseídos para que Jesús los sane.

La narrativa del capítulo 1 de Marcos ilustra la intensidad del ministerio de Jesús, su autoridad sobre las fuerzas espirituales y su poder para sanar. A medida que la fama de Jesús se expande, también lo hace la multitud que lo sigue, y Marcos enfatiza cómo Jesús busca momentos de soledad para orar y renovar su conexión con Dios.

El capítulo concluye con Jesús sanando a un leproso y ordenándole que no lo cuente a nadie, pero el hombre desobedece y difunde la noticia ampliamente. Este patrón de curación y la insistencia de Jesús en mantener en secreto ciertos eventos, conocido como el “secreto mesiánico”, es un tema recurrente en el Evangelio de Marcos y refleja la complejidad de la misión de Jesús.

En resumen, el capítulo 1 de Marcos establece el escenario para el ministerio de Jesús, presentándolo como el Hijo de Dios y el Mesías prometido. La narrativa destaca su bautismo, tentación en el desierto, llamado a los discípulos, enseñanzas con autoridad, poder de sanación y el desafío del “secreto mesiánico”. Este capítulo inicial sienta las bases para el desarrollo de la historia de Jesús y su impacto transformador en la vida de aquellos que lo encuentran.

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