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Efesios: 5

Andar como hijos de luz: El llamado de Efesios 5 a una vida santa y llena del Espíritu

El capítulo 5 de Efesios es un faro que ilumina el camino del creyente, marcando la diferencia entre una vida mundana y una vida consagrada. Pablo no deja lugar a medias tintas: o caminamos en las obras infructuosas de las tinieblas o avanzamos como hijos de luz, con un testimonio que glorifica a Dios en cada paso.

El amor como esencia del carácter cristiano

Ser imitadores de Dios no es una sugerencia, es un mandato radical. Cristo estableció el estándar más alto al entregarse como ofrenda viva, y ese mismo amor sacrificial debe ser nuestro sello distintivo. Pero este amor divino jamás convive con la inmoralidad. Pablo traza una línea clara: la fornicación, la avaricia –que es idolatría– y el lenguaje corrompido no tienen cabida en la boca ni en la conducta de quienes dicen seguir a Jesús.

El apóstol es contundente: quienes practican estas cosas sin arrepentimiento quedan excluidos de la herencia del reino. No se trata de legalismo, sino de consecuencia espiritual. La gracia que nos salvó es la misma que nos santifica.

La transformación que la luz produce

“Erais tinieblas, mas ahora sois luz”. Esta declaración no es metafórica; es una realidad espiritual con implicaciones prácticas. La luz expone, sana y guía. Por eso Pablo urge a los efesios –y a nosotros– a vivir con esa doble conciencia:

  • Frutificar en lo que agrada a Dios: bondad que se demuestra en acciones, justicia que se defiende sin miedo, verdad que se vive sin contradicciones.
  • Exponer el pecado, no con orgullo farisaico, pero con la valentía de quien ya no teme las tinieblas.

El llamado “¡Despierta!” resuena como un grito profético para la Iglesia de hoy. Cristo no vino para que vivamos dormidos en complacencia, sino para que caminemos en la plenitud de su luz.

Ebrios del Espíritu: la verdadera revolución

En un mundo donde muchos buscan evadirse, Pablo propone una embriaguez distinta: ser llenos del Espíritu Santo. Esta plenitud se traduce en una vida de adoración auténtica:

  • Comunión que edifica: salmos e himnos que brotan de corazones agradecidos.
  • Gratitud constante, no por circunstancias, sino por el carácter de Dios.

Mientras el vino lleva a la disolución, el Espíritu lleva a la unidad. Mientras el mundo busca olvidar, nosotros proclamamos la memoria de lo que Cristo ha hecho.

Matrimonio: el misterio que revela a Cristo

El diseño divino para el matrimonio es revolucionario. Lejos de ser un contrato de poder, es un lienzo donde se pinta el evangelio:

  • La sumisión de la esposa no es sumisión a un hombre, sino a Cristo que guía a través de su marido.
  • El amor del esposo no es sentimentalismo, es entrega diaria, como Cristo que cuida a su Iglesia.

Cuando un marido ama con sacrificio y una esposa responde con respeto, el mundo ve un reflejo tangible del amor de Cristo. Este “gran misterio” sigue desafiando a nuestra generación: el matrimonio no es acerca de nosotros, es acerca de Él.

El tiempo apremia: sabiduría para días decisivos

Vivir como hijos de luz no es un ejercicio filosófico; es urgencia escatológica. “Los días son malos”, advierte Pablo, y por eso el creyente debe redimir el tiempo. Cada conversación, cada decisión, cada relación es una oportunidad para demostrar de qué reino somos.

El capítulo cierra con un eco que resuena en cada hogar cristiano: amor y respeto mutuos. Así como la Iglesia vive para Cristo, el matrimonio vive para manifestarlo. Y así como la luz vence las tinieblas, nuestra obediencia vence la mediocridad espiritual.

Si este mensaje enciende tu corazón como antorcha, pásala. Que otros vean la luz de Cristo reflejada en palabras que se hacen vida.

Texto integro del Libro de la biblia Efesios capítulo: 5

Efesios 5
Andad como hijos de luz
1Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a símismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
3Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
4ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.
5Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
6Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
7No seáis, pues, partícipes con ellos.
8Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
9(porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
10comprobando lo que es agradable al Señor.
11Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
13Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
14Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.
15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
17Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
20dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Someteos los unos a los otros
21Someteos unos a otros en el temor de Dios.
22Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
23porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
24Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
26para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
30porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
32Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
33Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Resumen del capítulo 5 del libro de Efesios

El quinto capítulo del Libro de Efesios es una continua exhortación ética y moral dirigida a la comunidad cristiana en Éfeso. Pablo, en este capítulo, proporciona instrucciones específicas sobre cómo deben vivir los creyentes como imitadores de Dios y como hijos de la luz en un mundo caracterizado por la oscuridad moral.

El capítulo comienza con la exhortación a imitar a Dios como hijos amados. Esto implica vivir en amor, siguiendo el ejemplo de Cristo que se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante a Dios. La imitación de Dios no solo se refiere a la ética individual, sino también a la actitud general de amor y servicio hacia los demás.

Pablo aborda temas específicos de comportamiento ético, como la pureza sexual, el lenguaje, la gratitud y la sabiduría en el uso del tiempo. El apóstol destaca la incompatibilidad de la inmoralidad sexual con la vida cristiana y enfatiza la importancia de vivir en la luz, evitando las obras infructuosas de las tinieblas. La pureza en la vida sexual es vista como un reflejo de la pureza y santidad que se espera de aquellos que han sido redimidos por Cristo.

La idea de la luz y la oscuridad se utiliza como una metáfora poderosa a lo largo del capítulo. Los creyentes son llamados a ser hijos de la luz, lo que implica no solo evitar las obras de las tinieblas, sino también exponerlas. La luz no solo revela la verdad, sino que también contribuye a la transformación moral y espiritual. La exposición de las obras de las tinieblas es un testimonio contra la inmoralidad y la injusticia en la sociedad.

Pablo también destaca la importancia de la gratitud y el buen uso del tiempo. Los creyentes deben aprovechar las oportunidades para hacer la voluntad de Dios y ser llenos del Espíritu Santo. La gratitud hacia Dios y hacia los demás es una actitud fundamental que caracteriza la vida cristiana. En lugar de embriagarse con vino, los creyentes son instados a ser llenos del Espíritu, lo que se traduce en una vida de adoración, gratitud y sumisión mutua.

El capítulo 5 culmina con instrucciones sobre las relaciones familiares, específicamente entre esposos y esposas. Pablo presenta el modelo de la relación entre Cristo y la iglesia como un ejemplo para los matrimonios. Los esposos son llamados a amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, entregándose a sí mismos por ella. Las esposas, a su vez, son llamadas a someterse a sus esposos como la iglesia se somete a Cristo.

En resumen, el capítulo 5 de Efesios destaca la llamada a la santidad y la ética moral en la vida de los creyentes. La imitación de Dios, el rechazo de la inmoralidad, la exposición de las obras de las tinieblas y la búsqueda de la pureza sexual son temas clave. La metáfora de la luz y la oscuridad resalta la necesidad de vivir en la verdad y contribuir a la transformación moral de la sociedad. Las instrucciones sobre la gratitud, el buen uso del tiempo y las relaciones familiares refuerzan la importancia de una vida ética y centrada en Cristo. En última instancia, el capítulo 5 de Efesios llama a los creyentes a vivir como hijos de la luz, reflejando la gloria de Dios en todas las áreas de sus vidas.

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