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Isaías: 49

Texto integro del Libro de la biblia Isaías capítulo: 49

Isaías 50
Jehová ayuda a quienes confían en él
1Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre.
2¿Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces se pudren por falta de agua, y mueren de sed.
3Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta.
4Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
5Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.
6Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.
7Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.
8Cercano está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí.
9He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.
10¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
11He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.

Resumen del capítulo 49 del libro de Isaías

El capítulo 49 de Isaías es un pasaje significativo que se centra en el Siervo del Señor, una figura identificada como Israel, pero también con resonancias mesiánicas. Este capítulo presenta una visión más amplia del papel del Siervo y su impacto tanto en Israel como en las naciones. A continuación, se presenta un resumen estructurado del capítulo:

Introducción:
El capítulo 49 de Isaías se abre con el llamado del Siervo del Señor desde el vientre de su madre. Este Siervo es identificado como Israel, pero su misión va más allá de la restauración de Israel; también será “luz de las naciones”.

Versículos 1-7: La comisión del Siervo:
El Siervo del Señor habla de su llamado desde el vientre de su madre, un llamado específico para llevar a cabo la voluntad divina. Aunque Israel pueda haberse sentido despreciado y aparentemente sin éxito, el Siervo es escogido por Dios. Su misión es ser una luz para las naciones, llevando la salvación hasta los confines de la tierra. A pesar de posibles rechazos, el Siervo confía en la justicia de Dios y se presenta como un testigo de la obra redentora de Dios.

Versículos 8-13: La fidelidad de Dios y la restauración de Israel:
Dios responde al Siervo, asegurando su fidelidad y prometiendo que su misión es más grande de lo que parece. El pacto de Dios con el Siervo incluye la restauración de Israel, la liberación de los cautivos y la provisión de alimentos. Esta sección destaca la compasión y el amor de Dios hacia su pueblo.

Versículos 14-21: Sión, la madre olvidada:
Sión, personificada como una madre, lamenta su aparente olvido por parte de Dios. Sin embargo, Dios responde mostrando su amor eterno, comparando a Sión con una madre que no olvida a sus hijos. Dios promete reconstruir y restaurar a Sión, llevando a cabo un acto aún más grande que la creación original.

Versículos 22-26: Reunión de las naciones y victoria de Sión:
Dios declara su intención de atraer a las naciones hacia Sión, haciendo que los reyes y las naciones se inclinen ante ella. Dios es presentado como el defensor de Sión y el redentor de aquellos que confían en Él. La promesa de protección y victoria para Sión es proclamada.

Conclusión:

El capítulo 49 de Isaías presenta una imagen poderosa del Siervo del Señor, identificado con Israel pero también extendiendo su misión a todas las naciones. La visión del Siervo como “luz de las naciones” anticipa la comprensión cristiana de Jesucristo como el Salvador no solo de Israel, sino de toda la humanidad. La fidelidad de Dios, su promesa de restauración para Israel y la victoria de Sión son temas que resaltan la gracia divina y la soberanía de Dios sobre todas las naciones. Este capítulo prepara el terreno para una comprensión más completa del Siervo del Señor y su papel en el plan redentor de Dios.