Texto integro del Libro de la biblia Isaías capítulo: 44
Isaías 45
Encargo de Dios para Ciro
1Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán:
2Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;
3y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
4Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste.
5Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste,
6para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo,
7que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.
Jehová el Creador
8Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jehová lo he creado.
9¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces? o tu obra: No tiene manos?
10¡Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? y a la mujer: ¿Por qué diste a luz?!
11Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
12Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé.
13Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos.
14Así dice Jehová: El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía, y los sabeos, hombres de elevada estatura, se pasarán a ti y serán tuyos; irán en pos de ti, pasarán con grillos; te harán reverencia y te suplicarán diciendo: Ciertamente en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios.
15Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas.
16Confusos y avergonzados serán todos ellos; irán con afrenta todos los fabricadores de imágenes.
17Israel será salvo en Jehová con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por todos los siglos.
18Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.
19No hablé en secreto, en un lugar oscuro de la tierra; no dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscáis. Yo soy Jehová que hablo justicia, que anuncio rectitud.
Jehová y los ídolos de Babilonia
20Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva.
21Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.
22Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.
23Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
24Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados.
25En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.
Resumen del capítulo 44 del libro de Isaías
El capítulo 44 de Isaías se enfoca en la restauración de Israel y en la singularidad y supremacía de Dios. A través de imágenes y metáforas, el profeta destaca la futilidad de la idolatría y la seguridad de confiar en el Dios verdadero. A continuación, se presenta un resumen estructurado del capítulo 44:
Resumen del Libro de Isaías, Capítulo 44
Introducción:
El capítulo 44 inicia con una afirmación de la gracia divina y la promesa de derramar el Espíritu sobre la descendencia de Jacob. Esto es una señal de restauración y bendición para Israel.
Versículos 1-5: Restauración y bendición divina:
Isaías profetiza que Dios derramará su Espíritu sobre la descendencia de Jacob y sus bendiciones sobre los descendientes de Israel. Se les promete una restauración después de haber pasado por tiempos difíciles. Aquellos que siguen al Señor serán identificados con su nombre, y algunos incluso se inscribirán con la mano de Dios.
Versículos 6-8: La singularidad de Dios:
El profeta destaca la singularidad de Dios como el único Creador y Redentor. Aunque hay quienes fabrican ídolos, Dios se presenta como el único y verdadero Señor. No hay otro dios aparte de Él. Los ídolos son vanos, y aquellos que confían en ellos están ciegos espiritualmente.
Versículos 9-20: Futilidad de la idolatría:
Isaías utiliza imágenes vívidas y sarcásticas para describir la fabricación de ídolos. Se burla de la incongruencia de adorar a algo hecho con las mismas manos que luego come y adora. Destaca la insensatez de confiar en objetos inanimados en lugar del Dios vivo y verdadero.
Versículos 21-23: Llamado al arrepentimiento:
El profeta hace un llamado al arrepentimiento y la recordación de la redención pasada de Israel. A pesar de la infidelidad del pueblo, Dios les ofrece la oportunidad de volver a Él y ser redimidos. Se les insta a recordar la obra de Dios en su historia.
Versículos 24-28: Promesa de prosperidad y cumplimiento de la palabra:
Dios se presenta como el Creador y el que confirma la palabra de sus siervos profetas. Anuncia la reconstrucción de Jerusalén y la restauración de su templo. Dios utilizará a Ciro, el conquistador persa, como su instrumento para cumplir sus propósitos redentores.
Conclusión:
El capítulo 44 de Isaías destaca la promesa de restauración y bendición para Israel, subrayando la singularidad y supremacía de Dios. Se enfoca en la futilidad de la idolatría y la insensatez de confiar en ídolos hechos por el hombre. La llamada al arrepentimiento se presenta como una respuesta a la gracia divina, y la promesa de prosperidad y cumplimiento de la palabra de Dios refuerza la confianza en Su fidelidad. Este capítulo sirve como un recordatorio de la importancia de confiar en el Dios verdadero y evitar la adoración de ídolos.