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Jueces 9

Jueces 9: La Traición de Abimelec y el Juicio Divino

En este capítulo del libro de Jueces, observamos cómo Abimelec, hijo de Gedeón, buscó consolidar su poder mediante la traición y la violencia. Este relato subraya las consecuencias devastadoras de la ambición desmedida, la falta de integridad y cómo Dios juzga a aquellos que abusan de Su pueblo. A través de estos eventos, encontramos principios espirituales que destacan la importancia de la justicia, la responsabilidad de nuestras acciones y la soberanía divina sobre todas las cosas.

La Conspiración de Abimelec

El texto describe cómo Abimelec, cuya madre era una concubina de Gedeón en Siquem, buscó el poder eliminando a sus hermanos. Convenció a los hombres de Siquem para que lo apoyaran ofreciéndoles un liderazgo más cercano y accesible que el de los hijos legítimos de Gedeón.

Abimelec llevó a cabo una masacre en Ofra, donde asesinó a sus setenta hermanos sobre una misma piedra, excepto Jotam, el hijo menor, quien logró escapar. Este acto brutal muestra cómo la ambición puede llevar al extremo de cometer atrocidades contra la propia familia.

El Discurso de Jotam

Jotam, el único sobreviviente, se presentó ante los hombres de Siquem y les dirigió un discurso simbólico conocido como la parábola de los árboles. En esta parábola, los árboles buscaron un rey entre ellos:

  • El olivo, la higuera y la vid rechazaron gobernar porque estaban ocupados cumpliendo su propósito designado por Dios.
  • Finalmente, el espino, un árbol inútil y destructivo, aceptó la oferta, amenazando con consumir al bosque con fuego si no lo honraban.

Este discurso simboliza cómo Abimelec, como el espino, no tenía valor ni propósito real para liderar, pero su ambición egoísta lo llevó a usurpar el poder. Jotam profetizó que tanto Abimelec como los hombres de Siquem serían destruidos por haber actuado injustamente.

El Conflicto entre Abimelec y Siquem

Inicialmente, los hombres de Siquem apoyaron a Abimelec, pero pronto comenzaron a conspirar en su contra. Un hombre llamado Gaal se levantó contra Abimelec, incitando a los habitantes de Siquem a rebelarse. Sin embargo, Abimelec respondió rápidamente, derrotó a Gaal y recuperó el control de la ciudad.

Abimelec atacó Siquem con furia, matando a sus habitantes y destruyendo la ciudad. Luego, avanzó hacia Tebes, donde también llevó a cabo una masacre. Sin embargo, durante el ataque, una mujer lanzó una piedra desde una torre que golpeó a Abimelec en la cabeza, causándole una herida mortal. Para evitar la humillación de morir a manos de una mujer, ordenó a su escudero que lo matara.

El Juicio Divino

El texto concluye señalando que esta destrucción fue el juicio de Dios sobre Abimelec y los hombres de Siquem por sus actos de traición y violencia. La maldición pronunciada por Jotam se cumplió plenamente:

“Así vengó Dios la maldad de Abimelec, que él había hecho contra su padre, matando á sus setenta hermanos; Y también toda la maldad de los hombres de Siquem volvió Jehová sobre sus cabezas.”

Este episodio refleja cómo Dios juzga a aquellos que abusan de Su pueblo y cómo la justicia divina siempre prevalece, incluso cuando parece demorar.

Lecciones sobre Justicia y Responsabilidad

Este capítulo nos enseña importantes principios espirituales aplicables a nuestra vida diaria:

  1. La Importancia de Actuar con Integridad: La ambición desmedida y la falta de ética pueden llevarnos a cometer actos destructivos que tienen graves consecuencias.
  2. El Peso de la Responsabilidad Personal: Nuestras decisiones tienen repercusiones, tanto para nosotros mismos como para otros.
  3. La Soberanía de Dios en el Juicio: Dios ve cada acción injusta y, aunque parezca que los malvados prosperan, Su justicia siempre se cumple.
  4. Las Consecuencias del Apoyo a la Maldad: Los hombres de Siquem sufrieron por respaldar a Abimelec, recordándonos que debemos alinearnos con la justicia y no con la tiranía.

Te invito a compartir este estudio con otros creyentes interesados en comprender mejor el ejemplo de Abimelec y cómo podemos aplicar estos principios en nuestras vidas. Al difundir estas verdades, ayudamos a otros a aprender de la sabiduría bíblica y comprometerse más profundamente con el servicio divino.

Texto integro del Libro de Jueces capítulo: 9
Jueces capítulo 9

Capítulo 9

Y FUÉSE Abimelech hijo de Jerobaal á Sichêm, á los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo:
2 Yo os ruego que habléis á oídos de todos los de Sichêm: ¿Qué tenéis por mejor, que os señoreen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal; ó que os señoree un varón? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra.
3 Y hablaron por él los hermanos de su madre á oídos de todos los de Sichêm todas estas palabras: y el corazón de ellos se inclinó en favor de Abimelech, porque decían: Nuestro hermano es.
4 Y diéronle setenta siclos de plata del templo de Baal-berith, con los cuales Abimelech alquiló hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron.
5 Y viniendo á la casa de su padre en Ophra, mató á sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una piedra: mas quedó Jotham, el más pequeño hijo de Jerobaal, que se escondió.
6 Y reunidos todos los de Sichêm con toda la casa de Millo, fueron y eligieron á Abimelech por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Sichêm.
7 Y como se lo dijesen á Jotham, fué y púsose en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó, y díjoles: Oidme, varones de Sichêm; que Dios os oiga.
8 Fueron los árboles á elegir rey sobre sí, y dijeron á la oliva: Reina sobre nosotros.
9 Mas la oliva respondió: ¿Tengo de dejar mi pingüe jugo, con el que por mi causa Dios y los hombres son honrados, por ir á ser grande sobre los árboles?
10 Y dijeron los árboles á la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
11 Y respondió la higuera: ¿Tengo de dejar mi dulzura y mi buen fruto, por ir á ser grande sobre los árboles?
12 Dijeron luego los árboles á la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.
13 Y la vid les respondió: ¿Tengo de dejar mi mosto, que alegra á Dios y á los hombres, por ir á ser grande sobre los árboles?
14 Dijeron entonces todos los árboles al escaramujo: Anda tú, reina sobre nosotros.
15 Y el escaramujo respondió á los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, y aseguraos debajo de mi sombra: y si no, fuego salga del escaramujo que devore los cedros del Líbano.
16 Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey á Abimelech, y si lo habéis hecho bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme á la obra de sus manos;
17 (Pues que mi padre peleó por vosotros, y echó lejos su vida por libraros de mano de Madián;
18 Y vosotros os levantasteis hoy contra la casa de mi padre, y matasteis sus hijos, setenta varones, sobre una piedra; y habéis puesto por rey sobre los de Sichêm á Abimelech, hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano:)
19 Si con verdad y con integridad habéis obrado hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelech, y él goce de vosotros.
20 Y si no, fuego salga de Abimelech, que consuma á los de Sichêm y á la casa de Millo; y fuego salga de los de Sichêm y de la casa de Millo, que consuma á Abimelech.
21 Y huyó Jotham, y se fugó, y fuése á Beer, y allí se estuvo por causa de Abimelech su hermano.
22 Y después que Abimelech hubo dominado sobre Israel tres años,
23 Envió Dios un espíritu malo entre Abimelech y los hombres de Sichêm: que los de Sichêm se levantaron contra Abimelech:
24 Para que el agravio de los setenta hijos de Jerobaal, y la sangre de ellos, viniera á ponerse sobre Abimelech su hermano que los mató, y sobre los hombres de Sichêm que corroboraron las manos de él para matar á sus hermanos.
25 Y pusiéronle los de Sichêm asechadores en las cumbres de los montes, los cuales salteaban á todos los que pasaban junto á ellos por el camino; de lo que fué dado aviso á Abimelech.
26 Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos, y pasáronse á Sichêm: y los de Sichêm se confiaron en él.
27 Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñas, y pisaron la uva, é hicieron alegrías; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron á Abimelech.
28 Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelech y qué es Sichêm, para que nosotros á él sirvamos? ¿no es hijo de Jerobaal? ¿y no es Zebul su asistente? Servid á los varones de Hemor padre de Sichêm: mas ¿por qué habíamos de servir á él?
29 Fuérame dado este pueblo bajo de mi mano, yo echaría luego á Abimelech. Y decía á Abimelech: Aumenta tus escuadrones, y sal.
30 Y Zebul asistente de la ciudad, oyendo las palabras de Gaal hijo de Ebed, encendióse su ira;
31 Y envió sagazmente mensajeros á Abimelech, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido á Sichêm, y he aquí, que han cercado la ciudad contra ti.
32 Levántate pues ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo:
33 Y por la mañana al salir del sol te levantarás y acometerás la ciudad: y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti, y tú harás con él según que se te ofrecerá.
34 Levantándose pues de noche Abimelech y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Sichêm con cuatro compañías.
35 Y Gaal hijo de Ebed salió, y púsose á la entrada de la puerta de la ciudad: y Abimelech y todo el pueblo que con él estaba, se levantaron de la emboscada.
36 Y viendo Gaal el pueblo, dijo á Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: La sombra de los montes te parece hombres.
37 Mas Gaal tornó á hablar, y dijo: He allí pueblo que desciende por medio de la tierra, y un escuadrón viene camino de la campiña de Meonenim.
38 Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora aquel tu hablar, diciendo: Quién es Abimelech para que le sirvamos? ¿No es este el pueblo que tenías en poco? Sal pues ahora, y pelea con él.
39 Y Gaal salió delante de los de Sichêm, y peleó contra Abimelech.
40 Mas persiguiólo Abimelech, delante del cual él huyó; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta.
41 Y Abimilech se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera á Gaal y á sus hermanos, para que no morasen en Sichêm.
42 Y aconteció al siguiente día, que el pueblo salió al campo: y fué dado aviso á Abimelech.
43 El cual, tomando gente, repartióla en tres compañías, y puso emboscadas en el campo: y como miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y levantóse contra ellos, é hiriólos:
44 Pues Abimelech y el escuadrón que estaba con él, acometieron con ímpetu, y pararon á la entrada de la puerta de la ciudad; y las dos compañías acometieron á todos los que estaban en el campo, y los hirieron.
45 Y después de combatir Abimelech la ciudad todo aquel día, tomóla, y mató el pueblo que en ella estaba, y asoló la ciudad, y sembróla de sal.
46 Como oyeron esto todos los que estaban en la torre de Sichêm, entráronse en la fortaleza del templo del dios Berith.
47 Y fué dicho á Abimelech como todos los de la torre de Sichêm estaban reunidos.
48 Entonces subió Abimelech al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelech un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola púsosela sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me veis á mí que hago, haced vosotros prestamente como yo.
49 Y así todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron á Abimelech, y pusiéronlas junto á la fortaleza, y prendieron fuego con ellas á la fortaleza: por manera que todos los de la torre de Sichêm murieron, como unos mil hombres y mujeres.
50 Después Abimelech se fué á Thebes; y puso cerco á Thebes, y tomóla.
51 En medio de aquella ciudad había una torre fuerte, á la cual se retiraron todos los hombres y mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, subiéronse al piso alto de la torre.
52 Y vino Abimelech á la torre, y combatiéndola, llegóse á la puerta de la torre para pegarle fuego.
53 Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelech, y quebróle los cascos.
54 Y luego llamó él á su escudero, y díjole: Saca tu espada y mátame, porque no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.
55 Y como los Israelitas vieron muerto á Abimelech, fuéronse cada uno á su casa.
56 Así pues pagó Dios á Abimelech el mal que hizo contra su padre matando á sus setenta hermanos.
57 Y aun todo el mal de los hombres de Sichêm tornó Dios sobre sus cabezas: y la maldición de Jotham, hijo de Jerobaal, vino sobre ellos.

Resumen del capítulo 9 del libro de Jueces

El capítulo 9 del Libro de Jueces narra la historia de Abimelec, uno de los hijos de Gedeón, y su búsqueda del poder y la destrucción de su propia familia. Aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo:

  1. La ambición de Abimelec: Abimelec, el hijo de Gedeón y una concubina, busca el poder y liderazgo en Siquem. Convence a los ciudadanos de Siquem de que él debería ser su gobernante en lugar de los setenta hijos legítimos de Gedeón.
  2. El respaldo de los ciudadanos de Siquem: Los ciudadanos de Siquem aceptan a Abimelec como su líder y le dan dinero de la casa de Baal-berit para financiar su causa. Abimelec utiliza estos fondos para contratar a hombres sin escrúpulos que lo siguen.
  3. Jotam y la parábola de los árboles: Jotam, el único hijo de Gedeón que logra escapar del complot de Abimelec, se presenta en la cima del monte Gerizim y pronuncia una parábola para advertir a los ciudadanos de Siquem sobre las consecuencias de su elección. En la parábola, los árboles buscan un rey, y los árboles útiles se niegan a tomar el cargo, mientras que un espino inútil acepta y causa daño a los demás árboles. Jotam utiliza esta historia para predecir la destrucción que Abimelec traerá a Siquem.
  4. La rebelión de Gaal: Después de tres años de gobierno, Abimelec se enfrenta a la rebelión de Gaal, un líder de Siquem. Gaal desafía el liderazgo de Abimelec y provoca un conflicto entre los seguidores de ambos.
  5. Abimelec recupera el control: Abimelec y sus seguidores atacan a Gaal y sus partidarios, derrotándolos y expulsándolos de Siquem. Abimelec recupera el control de la ciudad.
  6. La destrucción de Siquem y su torre: Abimelec, enojado por la rebelión anterior, toma represalias contra los ciudadanos de Siquem. Él saquea la ciudad, la incendia y destruye su torre. Miles de personas mueren en este acto de violencia.
  7. La muerte de Abimelec: Abimelec continúa su campaña de violencia y se dirige a la ciudad de Tebes. Sin embargo, mientras asedia la ciudad, una mujer arroja una piedra de molino desde lo alto de una torre y golpea mortalmente a Abimelec en la cabeza. Abimelec, herido gravemente, ordena a su escudero que lo mate para que su muerte no sea atribuida a una mujer. Así termina la vida de Abimelec.
  8. El juicio de Dios sobre Abimelec y Siquem: El capítulo concluye con una mención de cómo Dios hizo que la maldición de Jotam se cumpliera sobre Abimelec y los ciudadanos de Siquem, quienes sufrieron el juicio divino por sus acciones.

En resumen, el capítulo 9 de Jueces narra la ambición de Abimelec, su gobierno tiránico, la rebelión de Gaal, la brutal represalia de Abimelec contra Siquem y su posterior muerte. La historia de Abimelec es un ejemplo de las consecuencias de la ambición desmedida y la violencia en el contexto de la época de los jueces en Israel.

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