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Josué 10

Josué 10: La Victoria en Gabaón y el Milagro del Sol

En este capítulo del libro de Josué, observamos cómo Dios otorgó una victoria decisiva a Israel contra la coalición de cinco reyes amorreos. Este relato subraya la importancia de la fe en Dios, Su poder para obrar maravillas y cómo Él pelea por Su pueblo. A través de estos eventos, encontramos principios espirituales que destacan la necesidad de confiar plenamente en Dios, actuar con valentía y reconocer Su soberanía sobre todas las cosas.

La Coalición contra Gabaón

El texto describe cómo los cinco reyes amorreos (de Jerusalem, Hebrón, Jarmut, Lachîs y Eglón) formaron una alianza para atacar a Gabaón debido a su pacto con Israel. Los gabaonitas, temiendo por sus vidas, enviaron un mensaje urgente a Josué pidiendo ayuda.

Este episodio refleja cómo las decisiones pasadas, como el pacto con Gabaón, crearon vínculos de responsabilidad. Aunque el pacto había sido hecho bajo engaño, Israel estaba obligado moralmente a defender a los gabaonitas, mostrando integridad y cumplimiento de su palabra.

La Victoria Divina en Gabaón

Dios le aseguró a Josué que no debía temer, porque ya había entregado a los enemigos en sus manos. Josué y su ejército marcharon toda la noche desde Gilgal y sorprendieron a los amorreos. Durante la batalla, Dios envió grandes piedras del cielo que destruyeron a más enemigos que los que murieron por la espada de Israel.

Este milagro enfatiza que la verdadera victoria proviene de Dios, quien pelea por Su pueblo cuando confían en Él. La intervención divina no solo salvó a Gabaón, sino que también demostró el poder absoluto de Jehová sobre los ejércitos humanos.

El Milagro del Sol y la Luna

Durante la batalla, Josué oró públicamente a Dios, pidiéndole que detuviera el sol y la luna para prolongar el día y completar la victoria sobre los amorreos. Según el texto, “el sol se detuvo y la luna se paró,” extendiendo la luz del día para que Israel pudiera derrotar completamente a sus enemigos.

Este evento único en la historia muestra la autoridad que Dios da a quienes oran con fe. También refleja cómo Dios puede alterar las leyes naturales para cumplir Sus propósitos y respaldar a Su pueblo en momentos críticos.

La Derrota de los Cinco Reyes

Los cinco reyes huyeron y se escondieron en una cueva en Maceda. Josué ordenó que la cueva fuera sellada hasta que la batalla terminara. Después de la victoria, los reyes fueron sacados y humillados públicamente. Josué instruyó a los líderes israelitas a poner sus pies sobre los cuellos de los reyes como símbolo de dominio divino. Finalmente, los reyes fueron ejecutados y colgados en árboles hasta el atardecer, cumpliendo así la justicia divina.

Este acto simbolizó la supremacía de Dios sobre los gobernantes y naciones, recordando al pueblo que su éxito no dependía de su fuerza, sino de la dirección y el poder de Jehová.

Lecciones sobre Fe y Valentía

Este capítulo nos enseña importantes principios espirituales aplicables a nuestra vida diaria:

  1. La Importancia de Cumplir Nuestros Compromisos: Aunque el pacto con Gabaón fue hecho bajo circunstancias difíciles, Israel cumplió su palabra, mostrando integridad y fidelidad.
  2. La Confianza en el Poder de Dios: La victoria no depende de nuestras fuerzas, sino de la presencia y acción de Dios en nuestra vida.
  3. La Oración con Fe: Josué oró con audacia, y Dios respondió de manera sobrenatural, mostrando que nuestras oraciones pueden mover el corazón de Dios.
  4. La Soberanía de Dios sobre Todas las Cosas: Desde el clima hasta los líderes de las naciones, todo está bajo el control divino.

Te invito a compartir este estudio con otros creyentes interesados en comprender mejor el ejemplo de Josué y cómo podemos aplicar estos principios en nuestras vidas. Al difundir estas verdades, ayudamos a otros a aprender de la sabiduría bíblica y comprometerse más profundamente con el servicio divino.

Texto integro del Libro de Josué capítulo: 10
Josué capítulo 10

Capítulo 10

Y COMO Adonisedec rey de Jerusalem oyó que Josué había tomado á Hai, y que la había asolado, (como había hecho á Jericó y á su rey, así hizo á Hai y á su rey;) y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los Israelitas, y que estaban entre ellos;
2 Tuvieron muy gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres fuertes.
3 Envió pues á decir Adonisedec rey de Jerusalem, á Oham rey de Hebrón, y á Phiream rey de Jerimoth, y á Japhia rey de Lachîs, y á Debir rey de Eglón:
4 Subid á mí, y ayudadme, y combatamos á Gabaón: porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.
5 Y cinco reyes de los Amorrheos, el rey de Jerusalem, el rey de Hebrón, el rey de Jerimoth, el rey de Lachîs, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campo sobre Gabaón, y pelearon contra ella.
6 Y los moradores de Gabaón enviaron á decir á Josué al campo en Gilgal: No encojas tus manos de tus siervos; sube prestamente á nosotros para guardarnos y ayudarnos: porque todos los reyes de los Amorrheos que habitan en las montañas, se han juntado contra nosotros.
7 Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.
8 Y Jehová dijo á Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.
9 Y Josué vino á ellos de repente, toda la noche subió desde Gilgal.
10 Y Jehová los turbó delante de Israel, é hiriólos con gran mortandad en Gabaón: y siguiólos por el camino que sube á Beth-oron, é hiriólos hasta Azeca y Maceda.
11 Y como iban huyendo de los Israelitas, á la bajada de Beth-oron, Jehová echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron: muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto á cuchillo.
12 Entonces Josué habló á Jehová el día que Jehová entregó al Amorrheo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los Israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, Luna, en el valle de Ajalón.
13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está aquesto escrito en el libro de Jasher? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró á ponerse casi un día entero.
14 Y nunca fué tal día antes ni después de aquél, habiendo atendido Jehová á la voz de un hombre: porque Jehová peleaba por Israel.
15 Y Josué, y todo Israel con él, volvíase al campo en Gilgal.
16 Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda.
17 Y fué dicho á Josué que los cinco reyes habían sido hallados en una cueva en Maceda.
18 Entonces Josué dijo: Rodad grandes piedras á la boca de la cueva, y poned hombres junto á ella que los guarden;
19 Y vosotros no os paréis, sino seguid á vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.
20 Y aconteció que como Josué y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.
21 Y todo el pueblo se volvió salvo al campo á Josué en Maceda; que no hubo quien moviese su lengua contra los hijos de Israel.
22 Entonces dijo Josué: Abrid la boca de la cueva, y sacadme de ella á estos cinco reyes.
23 E hiciéronlo así, y sacáronle de la cueva aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalem, al rey de Hebrón, al rey de Jerimoth, al rey de Lachîs, al rey de Eglón.
24 Y cuando hubieron sacado estos reyes á Josué, llamó Josué á todos los varones de Israel, y dijo á los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los pescuezos de aquestos reyes. Y ellos se llegaron, y pusieron sus pies sobre los pescuezos de ellos.
25 Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes: porque así hará Jehová á todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.
26 Y después de esto Josué los hirió y los mató, é hízolos colgar en cinco maderos: y quedaron colgados en los maderos hasta la tarde.
27 Y cuando el sol se iba á poner, mandó Josué que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se habían escondido: y pusieron grandes piedras á la boca de la cueva, hasta hoy.
28 En aquel mismo día tomó Josué á Maceda, y la puso á cuchillo, y mató á su rey; á ellos y á todo lo que en ella tenía vida, sin quedar nada: mas al rey de Maceda hizo como había hecho al rey de Jericó.
29 Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, á Libna; y peleó contra Libna:
30 Y Jehová la entregó también á ella, y á su rey, en manos de Israel; y metióla á filo de espada, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada: mas á su rey hizo de la manera que había hecho al rey de Jericó.
31 Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna á Lachîs, y puso campo contra ella, y combatióla:
32 Y Jehová entregó á Lachîs en mano de Israel, y tomóla al día siguiente, y metióla á cuchillo, con todo lo que en ella había vivo, como había hecho en Libna.
33 Entonces Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Lachîs; mas á él y á su pueblo hirió Josué, hasta no quedar ninguno de ellos.
34 De Lachîs pasó Josué, y todo Israel con él, á Eglón: y pusieron campo contra ella, y combatiéronla:
35 Y la tomaron el mismo día, y metiéronla á cuchillo; y aquel día mató á todo lo que en ella había vivo, como había hecho en Lachîs.
36 Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón á Hebrón, y combatiéronla;
37 Y tomándola, la metieron á cuchillo, á su rey y á todas su ciudades, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada: como habían hecho á Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella había vivo.
38 Y volviéndose Josué, y todo Israel con él, sobre Debir, combatióla;
39 Y tomóla, y á su rey, y á todas sus villas; y metiéronlos á cuchillo, y destruyeron todo lo que allí dentro había vivo, sin quedar nada; como había hecho á Hebrón, así hizo á Debir y á su rey; y como había hecho á Libna y á su rey.
40 Hirió pues Josué toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, y á todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, al modo que Jehová Dios de Israel lo había mandado.
41 E hiriólos Josué desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón.
42 Todos estos reyes y sus tierras tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel.
43 Y tornóse Josué, y todo Israel con él, al campo en Gilgal.

Resumen del capítulo 10 del libro de Josué

El capítulo 10 del Libro de Josué narra una serie de eventos importantes en la conquista de la tierra prometida, incluyendo la batalla en contra de cinco reyes amorreos. Aquí tienes un resumen exhaustivo del capítulo 10:

  1. Alianza de los cinco reyes amorreos: Cinco reyes amorreos, Adonisedec (rey de Jerusalén), Hoham (rey de Hebrón), Piram (rey de Jarmut), Jafía (rey de Laquis) y Debir (rey de Eglón), se unen en una alianza para combatir a los israelitas debido al temor que les causa su éxito en la conquista de Jericó y Ai.
  2. Gabaón busca ayuda: Ante la amenaza de estos cinco reyes, los gabaonitas, que habían hecho una alianza engañosa con los israelitas en el capítulo anterior, envían un mensaje a Josué en Gilgal, pidiendo ayuda. Josué y los israelitas responden a la llamada de auxilio de los gabaonitas.
  3. La estrategia de Josué: El Señor asegura a Josué que Él entregará a los cinco reyes amorreos en manos de los israelitas. Josué reúne a sus hombres y prepara una estratagema. Realiza un marcha nocturna desde Gilgal hasta Gabaón.
  4. La batalla y el milagro del sol: En Gabaón, los israelitas atacan a los amorreos y comienzan una feroz batalla. En medio de la lucha, Josué ora al Señor y pide que el sol y la luna se detengan en su lugar. El Señor responde a su oración, prolongando el día y permitiendo que los israelitas continúen luchando hasta la victoria.
  5. Derrota y captura de los reyes amorreos: Los israelitas derrotan a los cinco reyes amorreos y los persiguen hasta Mispá, donde son capturados. Posteriormente, son ejecutados y colgados en cinco árboles hasta la noche.
  6. Conquista de las ciudades amorreas: Con la derrota de los reyes amorreos, Josué y los israelitas avanzan y toman las ciudades de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón. El Señor está con ellos en estas conquistas.
  7. Campaña en el sur: Josué continúa su campaña en el sur de la tierra prometida, derrotando a varias ciudades y anexándolas al territorio israelita.
  8. Regreso a Gilgal: Josué y su ejército regresan a Gilgal después de una serie de victorias. La reputación de Josué como líder valiente y poderoso crece en la región.

En resumen, el capítulo 10 de Josué relata la batalla contra los cinco reyes amorreos y la victoria de los israelitas, destacando el milagro en el que el sol y la luna se detienen en su lugar. Esta victoria marca un paso significativo en la conquista de la tierra prometida y consolida la reputación de Josué como líder y estratega militar. También enfatiza la importancia de buscar la ayuda de Dios en momentos de necesidad.

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