Mateo 24: Profecía de Jesús sobre el Fin de los Tiempos y la Gran Tribulación
Jesús no solo fue un maestro de amor y perdón, sino también un profeta que reveló eventos futuros con una precisión asombrosa. En Mateo 24, conocido como el Discurso del Monte de los Olivos, Cristo responde a las preguntas de sus discípulos sobre el fin del mundo, su segunda venida y las señales que precederán estos acontecimientos. Este capítulo es clave para entender la escatología bíblica y ha generado debates teológicos por siglos.
La Destrucción del Templo y el Inicio de las Señales
Todo comienza cuando los discípulos admiran la grandeza del Templo de Jerusalén, y Jesús les sorprende con una declaración impactante: “No quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada” (Mateo 24:2). Esta profecía se cumplió en el año 70 d.C., cuando los romanos destruyeron el templo bajo el mando de Tito.
Pero los discípulos querían saber más: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). La respuesta de Jesús es un compendio de advertencias y señales que marcarán el fin de los tiempos.
Señales Antes del Fin: Guerras, Engaños y Persecución
Jesús enumera una serie de eventos que ocurrirán antes de su regreso:
- Falsos Cristos y falsos profetas: Muchos afirmarán ser el Mesías y engañarán a multitudes. Hoy vemos sectas y líderes religiosos que reclaman autoridad divina, cumpliendo esta advertencia.
- Guerras y rumores de guerras: Conflictos entre naciones, inestabilidad política y tensiones globales serán constantes. Sin embargo, Jesús aclara: “Pero aún no es el fin” (Mateo 24:6).
- Pestes, hambres y terremotos: Enfermedades globales, crisis alimentarias y desastres naturales marcarán el principio de dolores. La historia reciente nos ha mostrado pandemias y catástrofes que encajan en esta descripción.
- Persecución a los creyentes: Los seguidores de Cristo serán odiados, traicionados y asesinados por su fe. Hoy, en muchos países, los cristianos enfrentan persecución extrema.
Jesús también advierte que “el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12), algo que vemos en una sociedad cada vez más indiferente al sufrimiento ajeno. Pero hay esperanza: “El que persevere hasta el fin, este será salvo” (Mateo 24:13).
La Abominación Desoladora y la Gran Tribulación
Uno de los momentos más críticos será la aparición de “la abominación desoladora” (Mateo 24:15), un evento profetizado por Daniel que marcará el inicio de la Gran Tribulación. Jesús advierte que será un tiempo de sufrimiento sin precedentes, tan intenso que, si no fuera acortado, nadie sobreviviría.
Las instrucciones son claras: “Los que estén en Judea, huyan a los montes” (Mateo 24:16). No habrá tiempo para recoger pertenencias; la urgencia será máxima. Este pasaje ha llevado a muchos estudiosos a preguntarse si habrá un evento futuro en Jerusalén que desencadene esta huida.
La Segunda Venida de Cristo: Gloria y Juicio
Después de la tribulación, ocurrirán señales cósmicas: “El sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo” (Mateo 24:29). Entonces, “aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo” (Mateo 24:30), y Cristo regresará con poder y gran gloria.
Su venida será visible para todos, como “el relámpago que ilumina de oriente a occidente” (Mateo 24:27). Los ángeles reunirán a los escogidos, y el juicio final comenzará. Jesús compara este momento con los días de Noé: la gente vivía despreocupada hasta que el diluvio los sorprendió. Así será su regreso: inesperado e inevitable.
¿Cuándo Ocurrirá? La Importancia de Estar Preparados
Una de las frases más conocidas de este capítulo es: “Del día y la hora nadie sabe” (Mateo 24:36). Ni siquiera los ángeles conocen el momento exacto. Por eso, Jesús insiste en la vigilancia:
- “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor” (Mateo 24:42).
- “Estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).
La parábola del siervo fiel y del siervo malvado ilustra esta enseñanza. Quienes permanecen fieles, sirviendo a Dios y a los demás, serán recompensados. Pero aquellos que se relajan y viven en pecado serán sorprendidos por el juicio.
Mateo 24 Hoy: ¿Estamos en los Últimos Tiempos?
Muchos se preguntan si las señales descritas en Mateo 24 se están cumpliendo ahora. Guerras, desastres, persecución religiosa y el aumento del engaño podrían indicar que estamos cerca. Sin embargo, Jesús mismo dijo que “no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mateo 24:34), una frase que ha sido interpretada de diversas maneras.
Lo cierto es que, más que especular sobre fechas, el mensaje central es claro: debemos vivir en santidad, compartir el Evangelio y estar listos para su venida. Porque, como dijo Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35).
¿Estás preparado?
Texto integro del Libro de la biblia Mateo capítulo: 24
Mateo 24
Jesús predice la destrucción del templo
1Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
2Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
Señales antes del fin
3Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
4Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
5Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
6Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
7Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
8Y todo esto será principio de dolores.
9Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
10Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
11Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
12y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
13Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
14Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
15Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),
16entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
17El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;
18y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
19Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
20Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
21porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
22Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
24Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
25Ya os lo he dicho antes.
26Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
27Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
28Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
La venida del Hijo del Hombre
29E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
30Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
32De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
35El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
36Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
37Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
38Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,
39y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
40Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
41Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada.
42Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
43Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
45¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?
46Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
47De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.
48Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
50vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
51y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Resumen del capítulo 24 del libro de Mateo
El capítulo 24 del Evangelio según Mateo es conocido como el Discurso del Monte de los Olivos o el Discurso Apocalíptico, en el cual Jesús ofrece a sus discípulos enseñanzas proféticas sobre el fin de los tiempos. Este capítulo es una parte fundamental de la teología escatológica (referente a las últimas cosas) en el cristianismo y ha sido objeto de interpretaciones y debates a lo largo de los siglos.
El discurso comienza con Jesús saliendo del templo y prediciendo su destrucción. Sus discípulos le preguntan sobre el momento y las señales de su venida y del fin del mundo. Jesús comienza respondiendo sobre eventos que ocurrirán antes del fin: guerras, rumores de guerras, hambres, terremotos y persecuciones. Él advierte a sus seguidores que no deben ser engañados por falsos profetas y que se avecinan tiempos difíciles.
Jesús también habla sobre la abominación desoladora, una referencia profética que se relaciona con eventos futuros. Él insta a sus discípulos a estar alerta y preparados para estos tiempos de tribulación. Menciona la parábola de la higuera como una analogía, indicando que, al igual que las hojas de la higuera anuncian la llegada del verano, los signos predichos anunciarán su venida.
El capítulo 24 de Mateo incluye una visión apocalíptica que describe la segunda venida de Jesús. Habla sobre el sol oscureciéndose, la luna no dando su luz, las estrellas cayendo del cielo y la llegada del Hijo del Hombre en las nubes con gran poder y gloria. Jesús utiliza lenguaje simbólico y apocalíptico común en la literatura judía de esa época para describir eventos cósmicos y el juicio final.
Jesús compara los días finales con los tiempos de Noé, destacando la importancia de estar preparados. Utiliza la imagen de dos hombres trabajando en el campo y dos mujeres moliendo a la hora de la venida del Hijo del Hombre para ilustrar la súbita e inesperada naturaleza de su retorno.
El capítulo concluye con la urgencia de estar listos para la venida de Jesús. Jesús emplea la parábola de los siervos fieles y prudentes y los siervos malvados e indolentes. Aquellos que están preparados serán recompensados, mientras que los descuidados enfrentarán consecuencias negativas.
Es fundamental tener en cuenta que la interpretación de este capítulo ha llevado a diversas perspectivas teológicas. Algunos creen que estas profecías se cumplieron en eventos históricos como la destrucción del templo en el año 70 d.C., mientras que otros ven estas palabras como descripciones literales de eventos futuros que aún no han ocurrido.
En resumen, el capítulo 24 de Mateo presenta un discurso apocalíptico pronunciado por Jesús en el que habla sobre los eventos que preceden a su segunda venida y el fin de los tiempos. Las enseñanzas incluyen advertencias sobre falsos profetas, persecuciones, y eventos cósmicos que señalan su regreso. Jesús insta a sus seguidores a estar alerta, preparados y fieles, utilizando parábolas y visiones apocalípticas para transmitir la seriedad y la inevitabilidad de estos eventos. Este capítulo ha sido objeto de interpretaciones diversas y continúa generando reflexiones y debates en el ámbito teológico cristiano.