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Colosenses: 3

Colosenses 3: La Vida Transformada en Cristo y Sus Frutos Prácticos

Colosenses 3 es un llamado radical a vivir desde una nueva identidad. Pablo no solo habla de teología, sino de cómo la resurrección de Cristo debe impactar nuestra vida diaria. Si alguna vez te has preguntado: “¿Cómo debe vivir alguien que ha sido transformado por Jesús?”, este capítulo es la respuesta. Aquí descubrirás cómo dejar atrás la vieja naturaleza y caminar en la plenitud de una vida escondida en Cristo.

Buscad las Cosas de Arriba: El Enfoque del Creyente

El capítulo comienza con una declaración poderosa: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba” (v. 1). Esto no es un simple consejo, sino un mandato basado en una realidad espiritual: hemos muerto al pecado y resucitado a una nueva vida.

  • ¿Dónde está nuestra mente? Pablo insiste: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (v. 2). Esto no significa ignorar nuestras responsabilidades terrenales, sino vivir con una perspectiva eterna.
  • Nuestra vida está escondida en Cristo (v. 3) – Esto nos da seguridad. Aunque el mundo no siempre vea nuestro valor, Dios sí.
  • La gloriosa esperanza futura – Cuando Cristo se manifieste, seremos revelados en gloria (v. 4).

Este pasaje nos desafía a evaluar: ¿En qué estoy invirtiendo mi tiempo, mis pensamientos y mis pasiones?

Dejar lo Viejo, Vestirse de lo Nuevo

Pablo no se queda en lo teórico. Da una lista concreta de lo que debemos desechar (vv. 5-9) y lo que debemos ponernos (vv. 12-14).

Lo que debe morir:

  • Fornicación, impureza, pasiones desordenadas – Todo lo que corrompe la pureza.
  • Avaricia (que es idolatría) – Cuando algo ocupa el lugar de Dios.
  • Ira, enojo, malicia, mentira – Actitudes que destruyen relaciones.

Lo que debemos vestir:

  • Misericordia, benignidad, humildad – El carácter de Cristo en nosotros.
  • Perdón – Como Cristo nos perdonó (v. 13).
  • Amor – El vínculo perfecto (v. 14).

Este contraste muestra que el cristianismo no es solo evitar el pecado, sino adoptar una nueva forma de vivir.

La Paz de Dios y la Palabra de Cristo en Nosotros

Dos elementos clave para mantener esta vida transformada:

  1. La paz de Dios gobierna nuestros corazones (v. 15) – En medio del caos, Cristo nos da calma.
  2. La Palabra de Cristo more en abundancia (v. 16) – No es solo leer la Biblia, sino dejar que moldee nuestra mente y relaciones.

Además, Pablo menciona algo hermoso: “cantando con gracia en vuestros corazones al Señor” (v. 16). La alabanza no es solo para el culto, sino para la vida diaria.

Aplicación Práctica: Relaciones Transformadas

El capítulo cierra con instrucciones para:

  • Matrimonios – Amor y sumisión mutua (vv. 18-19).
  • Hijos y padres – Obediencia y crianza sin provocar ira (vv. 20-21).
  • Trabajadores y jefes – Servir como para el Señor (vv. 22-24).

La clave está en el versículo 17: “Todo lo que hagáis, hacedlo en el nombre del Señor Jesús”.

¿Cómo Vivir Colosenses 3 Hoy?

  1. Revisa tu enfoque – ¿Estás buscando primero el Reino?
  2. Renuncia a lo que te ata al pasado – Identifica qué hábitos o actitudes deben morir.
  3. Vístete de Cristo cada día – Su carácter debe verse en ti.
  4. Transforma tus relaciones – Aplica estos principios en casa, trabajo e iglesia.

Colosenses 3 no es una lista de reglas, sino el retrato de una vida redimida. Si Cristo es tu vida (v. 4), entonces todo cambia. ¿Estás listo para vivir así?

Texto integro del Libro de la biblia Colosenses capítulo: 3

Colosenses 3
1Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
La vida antigua y la nueva
5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
7en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
10y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
11donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
12Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
14Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Deberes sociales de la nueva vida
18Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
19Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
20Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
21Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
22Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.
23Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
25Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

Resumen del capítulo 3 del libro de Colosenses

Colosenses 3 es un capítulo de la Biblia que aborda temas prácticos y éticos para la vida cristiana. El apóstol Pablo, en su carta a los colosenses, se dirige a la comunidad para instruirlos en cómo vivir de acuerdo con la nueva realidad en Cristo.

El capítulo comienza con una exhortación a los creyentes para que pongan su mente en las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Esta instrucción refleja la enseñanza de Jesús de buscar primero el reino de Dios y su justicia. Pablo insta a los colosenses a orientar sus pensamientos y deseos hacia las cosas eternas, recordándoles que han muerto a la vida vieja y ahora su vida está escondida con Cristo en Dios.

A continuación, Pablo presenta una lista de prácticas y actitudes que deben ser eliminadas de la vida de los creyentes. Estas incluyen la inmoralidad sexual, la impureza, las malas pasiones, los malos deseos y la codicia, que es idolatría. La prohibición de estas acciones y actitudes resalta la necesidad de vivir en la santidad y pureza que proviene de una relación con Cristo.

El apóstol también advierte contra la ira, la cólera, la malicia, los insultos y el lenguaje obsceno, instando a los creyentes a despojarse de la vieja naturaleza y vestirse con la nueva, que se está renovando en conocimiento a imagen de su creador. Esta transformación espiritual implica un cambio en la forma de pensar y actuar, una renovación que solo puede ocurrir mediante la conexión constante con Cristo.

Un elemento central en Colosenses 3 es la idea de la unidad en la comunidad cristiana. Pablo enfatiza que, en Cristo, no hay distinción entre judío o griego, circunciso o incircunciso, bárbaro o escita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo y en todos. Esta unidad en Cristo trasciende las divisiones étnicas, culturales y sociales que podrían haber existido antes de la conversión a la fe en Cristo.

Pablo destaca la importancia de vestirse de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, llevando a cabo el amor que une a los creyentes. Exhorta a perdonarse mutuamente, siguiendo el ejemplo del perdón recibido de Cristo. La unidad y el amor en la comunidad cristiana son presentados como testigos poderosos de la presencia de Cristo en la vida de los creyentes.

Colosenses 3 también aborda la importancia de dejar que la paz de Cristo gobierne en los corazones y de ser agradecidos. La gratitud se presenta como un componente vital de la vida cristiana, reconociendo la bondad de Dios en todas las circunstancias. La palabra de Cristo debe morar ricamente en los creyentes, guiando sus acciones y actitudes en todo momento.

El capítulo concluye con instrucciones específicas para las relaciones familiares y laborales. Pablo exhorta a las esposas a someterse a sus esposos, a los esposos a amar a sus esposas y a los hijos a obedecer a sus padres. También da pautas para los siervos y amos en el lugar de trabajo, destacando la necesidad de hacer todo en el nombre del Señor Jesús.

En resumen, Colosenses 3 proporciona una guía práctica y ética para la vida cristiana diaria. Pablo enfatiza la necesidad de vivir de acuerdo con la nueva realidad en Cristo, abandonando las prácticas y actitudes pecaminosas y vistiendo la nueva naturaleza que proviene de la conexión con Cristo. La unidad en la comunidad, la importancia de la gratitud y la paz, y las instrucciones para las relaciones familiares y laborales son temas destacados en este capítulo. En conjunto, Colosenses 3 ofrece un cuadro completo de cómo los creyentes deben vivir en Cristo, reflejando la transformación interna que proviene de una relación viva con el Señor.

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