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Apocalipsis: 13

Apocalipsis 13: Las Dos Bestias y el Engaño Final

El capítulo 13 de Apocalipsis es uno de los pasajes más intrigantes y aterradores de la Biblia. Aquí, Juan describe dos bestias que emergen con un poder satánico para engañar al mundo y perseguir a los santos. Este texto no es solo una profecía antigua; es una advertencia vigente sobre la manipulación, la idolatría y la batalla espiritual que define los últimos tiempos.

La Primera Bestia: Un Monstruo con Poder Satánico

La visión comienza con una bestia que surge del mar, una criatura grotesca con siete cabezas, diez cuernos y nombres blasfemos. Su apariencia es una mezcla de leopardo, oso y león, simbolizando la fusión de imperios opresores del pasado. Pero lo más impactante es que el dragón (Satanás) le entrega su autoridad.

Esta bestia recibe una herida mortal que milagrosamente se cura, un evento que asombra al mundo entero y lleva a muchos a adorarla. Este fenómeno ha sido interpretado de diversas maneras: algunos lo ven como un gobernante que parece resurgir de la muerte, otros como un sistema político-religioso que se mantiene contra todo pronóstico.

Lo claro es que esta bestia blasfema contra Dios, persigue a los creyentes y domina naciones enteras. Su reinado dura 42 meses (tres años y medio), un período que aparece repetidamente en la Biblia como tiempo de tribulación. Lo escalofriante es que solo aquellos cuyos nombres no están en el Libro de la Vida la adoran, mostrando que la verdadera lealtad siempre se pondrá a prueba.

La Segunda Bestia: El Falso Profeta que Engaña al Mundo

Si la primera bestia representa poder político-militar, la segunda es maestra del engaño religioso. Surge de la tierra (en contraste con el mar, sugiriendo un origen más “civilizado”) y tiene cuernos como un cordero, pero habla como dragón. Es decir, aparenta ser benigna, pero su esencia es diabólica.

Esta bestia realiza grandes señales, incluso haciendo descender fuego del cielo, imitando los milagros de Dios para seducir a las masas. Su mayor truco es obligar a la gente a adorar una imagen de la primera bestia, dándole vida de manera sobrenatural. Quienes se niegan son asesinados o excluidos de la economía, marcando un control totalitario nunca antes visto.

La Marca de la Bestia: Control Económico y Espiritual

Uno de los detalles más famosos de Apocalipsis 13 es la marca de la bestia (666), sin la cual nadie puede comprar ni vender. Este símbolo ha generado innumerables teorías: ¿Será un microchip? ¿Un sistema de crédito global? ¿Un código oculto en gobiernos y corporaciones?

La Biblia no da detalles técnicos, pero sí advierte: es “número de hombre”, es decir, algo que exalta al ser humano por encima de Dios. Más que una tecnología específica, representa la sumisión obligatoria a un sistema anticristo, donde la supervivencia depende de renunciar a la fe verdadera.

La Llamada a la Sabiduría y la Resistencia

Ante este panorama, Apocalipsis 13 termina con un llamado urgente: “El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia”. No es un acertijo para curiosos, sino una advertencia para discernir los engaños del enemigo.

Los creyentes son animados a mantener “la paciencia y la fe”, incluso frente a la persecución. Porque aunque las bestias parezcan invencibles, su destino está sellado. Dios permite su actuación por un tiempo, pero su caída es segura.

Este capítulo no debe paralizarnos con miedo, sino recordarnos que el mundo no es como parece. Detrás de los sistemas de poder, hay una batalla espiritual, y nuestra lealtad debe estar siempre en el Cordero que venció. La marca de la bestia puede controlar el comercio, pero nunca el alma de quienes pertenecen a Cristo.

Texto integro del Libro de la biblia Apocalipsis capítulo: 13

Apocalipsis 13
Las dos bestias
1Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
2Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.
3Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia,
4y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?
5También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.
6Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.
7Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
8Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
9Si alguno tiene oído, oiga.
10Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.
11Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.
12Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.
13También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
14Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.
15Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.
16Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;
17y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
18Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

Resumen del capítulo 13 del libro de Apocalipsis

El capítulo 13 del Libro de Apocalipsis es un pasaje crucial que introduce dos figuras prominentes: la bestia que surge del mar y la bestia que surge de la tierra. Estas imágenes simbólicas representan poderes terrenales hostiles a la fe y se han interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia cristiana.

La primera bestia del mar:
La primera bestia emerge del mar y tiene siete cabezas, diez cuernos y diez diademas en sus cuernos. Se le da poder y autoridad por el dragón (Satanás) y, como resultado, la gente adora a la bestia. Una de las cabezas parece haber sido herida de muerte y luego sanada, lo que lleva a un asombro general. La bestia blasfema contra Dios y guía a la humanidad en la adoración al dragón.

Se le da a esta bestia el poder de hacer guerra contra los santos y vencerlos. Además, tiene la capacidad de controlar el comercio y la economía mediante la imposición de una marca en la mano o en la frente de las personas, sin la cual no se les permite comprar ni vender. Este simbolismo ha llevado a varias interpretaciones a lo largo de la historia, y algunas interpretaciones apuntan a figuras históricas o sistemas políticos.

La segunda bestia de la tierra:
La segunda bestia surge de la tierra y se presenta como un falso profeta. Tiene dos cuernos como un cordero pero habla como un dragón. Su papel es apoyar y promover la adoración a la primera bestia, realizando señales y milagros, incluso dando vida a la imagen de la primera bestia. También obliga a la gente a adorar la imagen y recibir la marca de la bestia.

Esta segunda bestia refuerza la tiranía de la primera, ejerciendo autoridad espiritual y causando que la gente adore a la bestia y su imagen. La marca en la mano o la frente simboliza la sumisión total al sistema de la bestia y puede tener implicaciones éticas y espirituales.

El llamado a la sabiduría:
El capítulo 13 concluye con un llamado a la sabiduría, instando a aquellos que entienden a calcular el número de la bestia, que es 666. Este número ha sido objeto de especulación y diversas interpretaciones a lo largo del tiempo, pero su significado preciso sigue siendo objeto de debate.

En general, el capítulo 13 de Apocalipsis presenta una visión apocalíptica de poderes hostiles que buscan suprimir la fe y obligar a la adoración de sistemas opuestos a Dios. La representación de las bestias, sus acciones y la imposición de la marca simbolizan la lucha entre el bien y el mal, así como la tentación y persecución que los seguidores de Cristo pueden enfrentar en el mundo.

A lo largo de la historia, diversas interpretaciones han asociado estas imágenes con eventos y figuras específicas, como imperios o líderes políticos. Sin embargo, es importante recordar que Apocalipsis, en su conjunto, es un libro altamente simbólico y apocalíptico que utiliza imágenes para transmitir verdades espirituales y proféticas.

En resumen, el capítulo 13 de Apocalipsis presenta una visión apocalíptica de dos bestias, simbolizando poderes terrenales y espirituales que se oponen a la fe y buscan la adoración y sumisión de la humanidad. Las acciones de estas bestias, como la persecución de los santos y la imposición de una marca, ilustran la contienda espiritual y las tensiones entre el reino de Dios y los sistemas del mundo. La interpretación exacta de las figuras y símbolos en este capítulo sigue siendo un tema de debate y reflexión teológica.

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