Levítico 27: Las Leyes de los Votos y Consagraciones
El capítulo 27 del libro de Levítico concluye esta sección de la Torá con regulaciones específicas sobre los votos, las consagraciones y las valoraciones de personas, animales y propiedades dedicadas a Jehová. Este texto no solo establece normas prácticas para manejar tales compromisos, sino que también subraya la seriedad de hacer promesas a Dios. A través de estas instrucciones, se enfatiza que todo lo que pertenece al pueblo es, en última instancia, propiedad de Dios.
Los Votos de Personas (Versículos 1-8)
Dios establece cómo deben valorarse las personas que son consagradas mediante un voto:
- Valoración según edad y sexo (vv. 1-7):
- Los valores varían según la capacidad productiva de la persona:
- Hombres de 20 a 60 años: 50 siclos de plata.
- Mujeres de 20 a 60 años: 30 siclos de plata.
- Niños y jóvenes de 5 a 20 años: 20 siclos para hombres y 10 siclos para mujeres.
- Niños de 1 mes a 5 años: 5 siclos para niños y 3 siclos para niñas.
- Ancianos de 60 años o más: 15 siclos para hombres y 10 siclos para mujeres.
- Redención permitida (v. 8):
- Si alguien no podía pagar el valor estipulado debido a su pobreza, el sacerdote ajustaría el monto según su capacidad económica.
Estos valores reflejan la importancia de cumplir los votos hechos a Dios, asegurando que las promesas sean honradas de manera justa.
Los Votos de Animales (Versículos 9-13)
Dios también regula cómo deben tratarse los animales dedicados mediante un voto:
- Animales aceptables para sacrificio (v. 9):
- Si el animal era apto para ser ofrecido como sacrificio, no podía ser sustituido ni redimido. Era totalmente consagrado a Dios.
- Animales no aptos para sacrificio (vv. 11-12):
- Si el animal no era apto para sacrificio (por defecto o impureza), debía ser evaluado por el sacerdote y redimido añadiendo un quinto de su valor. Alternativamente, podía ser vendido por el precio asignado.
Estas regulaciones destacan que nada consagrado a Dios puede ser tratado con negligencia.
La Consagración de Casas y Tierras (Versículos 14-25)
Dios también provee instrucciones para la consagración de propiedades:
- Casas consagradas (vv. 14-15):
- Si alguien consagraba su casa a Dios, el sacerdote la valoraba, y el dueño podía redimirla añadiendo un quinto de su valor. Si no era redimida, quedaba en posesión perpetua del santuario.
- Tierras consagradas (vv. 16-25):
- Las tierras eran valoradas según su capacidad productiva y el número de años restantes hasta el jubileo.
- Si la tierra era redimida, el dueño pagaba su valor más un quinto. Si no era redimida antes del jubileo, permanecía consagrada al santuario.
- Las tierras de las ciudades levíticas no podían ser vendidas permanentemente, ya que pertenecían exclusivamente a los levitas.
Estas leyes protegían tanto los derechos de los individuos como la integridad del sistema religioso.
Cosas Prohibidas para Consagración (Versículos 26-33)
Dios establece ciertas limitaciones sobre lo que puede ser consagrado:
- Primogénitos de animales (v. 26):
- Los primogénitos de los animales ya pertenecían a Dios, por lo que no podían ser nuevamente consagrados.
- Cosas prohibidas o inmundas (vv. 28-29):
- Cualquier cosa “devotada” completamente a Dios no podía ser redimida ni vendida. Esto incluía personas, animales o propiedades bajo una devoción absoluta.
- Diezmos de la tierra (vv. 30-33):
- Los diezmos de los productos agrícolas y del ganado pertenecían exclusivamente a Dios y no podían ser redimidos. Intentar cambiar un animal seleccionado para el diezmo resultaba en la pérdida de ambos animales.
Estas regulaciones subrayan que ciertas cosas son inherentemente sagradas y no pueden ser negociadas o alteradas.
Principios Espirituales Profundos
Este capítulo revela verdades eternas sobre la relación entre Dios y Su pueblo:
- La Seriedad de los Votos:
- Hacer un voto a Dios es un acto solemne que debe ser cumplido. No se deben hacer promesas ligeramente.
- La Soberanía de Dios:
- Todo proviene de Dios, y lo que Él exige debe ser tratado con reverencia y cuidado.
- Justicia y Misericordia:
- Las regulaciones permiten ajustes basados en la capacidad económica, mostrando equidad y compasión hacia los menos pudientes.
- La Santificación de la Vida Diaria:
- Desde las personas hasta las propiedades, todo puede ser dedicado a Dios, recordando que la vida entera debe vivirse en comunión con Él.
Un Recordatorio de Dependencia Divina
En última instancia, este capítulo sirve como un llamado a vivir bajo la autoridad de Dios, obedeciendo Sus mandamientos sin excepción. La santidad no es opcional, sino una condición indispensable para permanecer en comunión con Dios y disfrutar de Sus bendiciones.
Comparte este artículo con aquellos que deseen comprender mejor las leyes de los votos y consagraciones en Levítico. Estas enseñanzas nos recuerdan que la verdadera adoración exige corazones contritos y una vida dedicada a la obediencia a Dios.
Texto integro del Libro de Levítico capítulo: 27
Levítico capítulo 27
Capítulo 27
Y HABLÓ Jehová á Moisés, diciendo:
2 Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando alguno hiciere especial voto á Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, así será tu estimación:
3 En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, tu estimación será cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario.
4 Y si fuere hembra, la estimación será treinta siclos.
5 Y si fuere de cinco años hasta veinte, tu estimación será respecto al varón veinte siclos, y á la hembra diez siclos.
6 Y si fuere de un mes hasta cinco años, tu estimación será en orden al varón, cinco siclos de plata; y por la hembra será tu estimación tres siclos de plata.
7 Mas si fuere de sesenta años arriba, por el varón tu estimación será quince siclos, y por la hembra diez siclos.
8 Pero si fuere más pobre que tu estimación, entonces comparecerá ante el sacerdote, y el sacerdote le pondrá tasa: conforme á la facultad del votante le impondrá tasa el sacerdote.
9 Y si fuere animal de que se ofrece ofrenda á Jehová, todo lo que se diere de el á Jehová será santo.
10 No será mudado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un animal por otro, él y el dado por él en cambio serán sagrados.
11 Y si fuere algún animal inmundo, de que no se ofrece ofrenda á Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote:
12 Y el sacerdote lo apreciará, sea bueno ó sea malo; conforme á la estimación del sacerdote, así será.
13 Y si lo hubieren de redimir, añadirán su quinto sobre tu valuación.
14 Y cuando alguno santificare su casa consagrándola á Jehová, la apreciará el sacerdote, sea buena ó sea mala: según la apreciare el sacerdote, así quedará.
15 Mas si el santificante redimiere su casa, añadirá á tu valuación el quinto del dinero de ella, y será suya.
16 Y si alguno santificare de la tierra de su posesión á Jehová, tu estimación será conforme á su sembradura: un omer de sembradura de cebada se apreciará en cincuenta siclos de plata.
17 Y si santificare su tierra desde el año del jubileo, conforme á tu estimación quedará.
18 Mas si después del jubileo santificare su tierra, entonces el sacerdote hará la cuenta del dinero conforme á los años que quedaren hasta el año del jubileo, y se rebajará de tu estimación.
19 Y si el que santificó la tierra quisiere redimirla, añadirá á tu estimación el quinto del dinero de ella, y quedaráse para él.
20 Mas si él no redimiere la tierra, y la tierra se vendiere á otro, no la redimirá más;
21 Sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra será santa á Jehová, como tierra consagrada: la posesión de ella será del sacerdote.
22 Y si santificare alguno á Jehová la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia,
23 Entonces el sacerdote calculará con él la suma de tu estimación hasta el año del jubileo, y aquel día dará tu señalado precio, cosa consagrada á Jehová.
24 En el año del jubileo, volverá la tierra á aquél de quien él la compró, cuya es la herencia de la tierra.
25 Y todo lo que apreciares será conforme al siclo del santuario: el siclo tiene veinte óbolos.
26 Empero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, nadie lo santificará; sea buey ú oveja, de Jehová es.
27 Mas si fuere de los animales inmundos, lo redimirán conforme á tu estimación, y añadirán sobre ella su quinto: y si no lo redimieren, se venderá conforme á tu estimación.
28 Pero ninguna cosa consagrada, que alguno hubiere santificado á Jehová de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su posesión, no se venderá, ni se redimirá: todo lo consagrado será cosa santísima á Jehová.
29 Cualquier anatema (cosa consagrada) de hombres que se consagrare no será redimido: indefectiblemente ha de ser muerto.
30 Y todas las décimas de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová son: es cosa consagrada á Jehová.
31 Y si alguno quisiere redimir algo de sus décimas, añadirá su quinto á ello.
32 Y toda décima de vacas ó de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada á Jehová.
33 No mirará si es bueno ó malo, ni lo trocará: y si lo trocare, ello y su trueque serán cosas sagradas; no se redimirá.
34 Estos son los mandamientos que ordenó Jehová á Moisés, para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.
Resumen del capítulo 27 del libro Levítico
El capítulo 27 de Levítico aborda principalmente la ley de las ofrendas y donaciones dedicadas a Dios, ya sea en forma de personas, animales o propiedades. A continuación, se presenta un resumen exhaustivo de este capítulo:
- Las Ofrendas de Personas (Versículos 1-8): El capítulo comienza tratando el tema de las personas que hacen votos o promesas a Dios, ofreciéndose a sí mismas como ofrenda. Se establece un sistema de valoración basado en la edad y el sexo de la persona, y se determina una tarifa que debe pagar para redimirse.
- Los Animales Ofrecidos a Dios (Versículos 9-13): Se detalla cómo se pueden ofrecer animales al Señor, especificando las condiciones de aceptación y el proceso de valoración por parte del sacerdote.
- Las Propiedades Consagradas (Versículos 14-25): Si alguien consagra una propiedad a Dios, ya sea una casa o un terreno, el valor se basa en su potencial de cultivo o producción. Si el propietario desea redimir la propiedad, se le cobra un precio adicional.
- Las Primogénitas (Versículos 26-27): Los israelitas están obligados a dedicar al Señor todo primer nacido de animales limpios, ya sea ganado o rebaño. Si alguien desea redimirlo, debe pagar un precio fijado por el sacerdote.
- Las Ofrendas de Diezmo (Versículos 30-33): Se recuerda la importancia de las ofrendas de diezmo, en las que se da el 10% de la cosecha y el ganado al Señor como una muestra de gratitud y obediencia.
- Conclusión (Versículos 34-35): El capítulo concluye recordando que estas son las leyes que el Señor dio a Moisés en el monte Sinaí para regular las ofrendas y las promesas hechas a Dios.
En resumen, el capítulo 27 de Levítico establece las regulaciones para las ofrendas y donaciones que el pueblo de Israel puede dedicar a Dios, ya sea en forma de personas, animales o propiedades. Estas leyes se aplican para garantizar que las promesas hechas a Dios se cumplan y que se valore adecuadamente lo que se ofrece. También se enfatiza la importancia de las ofrendas de diezmo como una práctica de adoración y obediencia a Dios.