Deuterenomio 27 | BibliaClic Saltar al contenido

Deuterenomio 27

Deuterenomio 27: La Ley Escrita y la Bendición de Obediencia

Como creyentes, encontramos en el capítulo 27 de Deuteronomio importantes principios sobre cómo mantener nuestra relación con Dios a través de la obediencia visible y pública. Este pasaje no es simplemente un conjunto de regulaciones antiguas; representa fundamentos eternos que deben guiar nuestras prácticas espirituales y comunitarias.

La Proclamación Pública de la Ley

La instrucción de escribir toda la ley en piedras grandes me recuerda continuamente la importancia de hacer visible nuestro compromiso con Dios. Personalmente, he visto cómo esta práctica pública refuerza nuestra responsabilidad colectiva ante los mandamientos divinos.

La especificación de usar cal para revocar las piedras demuestra que debemos presentar la palabra de Dios de manera clara y legible. Me conmueve especialmente cuando considero cómo este principio puede aplicarse a nuestra necesidad de comunicar la verdad divina en nuestra era moderna.

El Altar de Piedras Enteras

La prohibición de usar hierro en la construcción del altar contiene lecciones profundas sobre la pureza del culto. No se trata solo de una medida práctica; representa nuestra responsabilidad de acercarnos a Dios sin contaminación.

La referencia específica a piedras enteras muestra que debemos mantener la integridad de nuestra adoración. Como alguien comprometido con la autenticidad espiritual, entiendo que estas medidas protegen tanto al individuo como a la comunidad de prácticas corruptas.

Las Bendiciones y Maldiciones Públicas

La división clara entre las tribus que bendecirán y las que pronunciarán maldiciones demuestra la seriedad de nuestras decisiones espirituales. He aprendido que esta proclamación pública fortalece la identidad comunitaria en la fe.

La participación activa de todo el pueblo respondiendo “Amén” muestra que somos colectivamente responsables de mantener estos estándares. Esto me recuerda continuamente nuestra obligación de apoyar mutuamente la obediencia a los mandamientos divinos.

La Justicia como Fundamento

La ratificación final de obedecer todos estos estatutos no es legalismo vacío. Demuestra nuestra respuesta natural al amor y provisión divinos manifestados en nuestras vidas diarias. Como creyentes, tenemos la seguridad de que nuestra prosperidad proviene de mantener estas prácticas de justicia y misericordia.

Si estas palabras han resonado en tu corazón como lo han hecho en el mío al compartirlas, te invito a ser parte activa en esta obra. Comparte este mensaje con otros que puedan beneficiarse de él. Juntos podemos ayudar a construir comunidades basadas en la obediencia visible y la devoción sincera al único digno de toda adoración.

Texto integro del Libro de Deuteronomio capítulo: 27
Deuterenomio capítulo 27

Capítulo 27

Y MANDÓ Moisés, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardaréis todos los mandamientos que yo prescribo hoy.
2 Y será que, el día que pasareis el Jordán á la tierra que Jehová tu Dios te da, te has de levantar piedras grandes, las cuales revocarás con cal:
3 Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.
4 Será pues, cuando hubieres pasado el Jordán, que levantaréis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte de Ebal, y las revocarás con cal:
5 Y edificarás allí altar á Jehová tu Dios, altar de piedras: no alzarás sobre ellas hierro.
6 De piedras enteras edificarás el altar de Jehová tu Dios; y ofrecerás sobre él holocausto á Jehová tu Dios;
7 Y sacrificarás pacíficos, y comerás allí; y alegrarte has delante de Jehová tu Dios.
8 Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley muy claramente.
9 Y Moisés, con los sacerdotes Levitas, habló á todo Israel, diciendo: Atiende y escucha, Israel: hoy eres hecho pueblo de Jehová tu Dios.
10 Oirás pues la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.
11 Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:
12 Estos estarán sobre el monte de Gerizim para bendecir al pueblo, cuando hubiereis pasado el Jordán: Simeón, y Leví, y Judá, é Issachâr, y José y Benjamín.
13 Y estos estarán para pronunciar la maldición en el de Ebal: Rubén, Gad, y Aser, y Zabulón, Dan, y Nephtalí.
14 Y hablarán los Levitas, y dirán á todo varón de Israel en alta voz:
15 Maldito el hombre que hiciere escultura ó imagen de fundición, abominación á Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
16 Maldito el que deshonrare á su padre ó á su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
17 Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
18 Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.
19 Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
20 Maldito el que se echare con la mujer de su padre; por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
21 Maldito el que tuviere parte con cualquiera bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
22 Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, ó hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
23 Maldito el que se echare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.
24 Maldito el que hiriere á su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
25 Maldito el que recibiere don para herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Resumen del capítulo 27 del libro Deuteronomio

El capítulo 27 de Deuteronomio es un capítulo breve pero significativo que se enfoca en la ceremonia de las piedras y la pronunciación de maldiciones en el Monte Ebal y el Monte Gerizim. Aquí tienes un resumen exhaustivo de este capítulo:

  1. Construcción de un altar de piedras (Versículos 1-8): Moisés instruye al pueblo de Israel a construir un altar de piedras sin cortar en el Monte Ebal, que debe ser cubierto con yeso. En este altar, deben ofrecer sacrificios quemados al Señor y escribir las palabras de la ley en las piedras.
  2. Pronunciación de maldiciones y bendiciones (Versículos 9-26): Moisés instruye al pueblo a dividirse en dos grupos, uno en el Monte Ebal y otro en el Monte Gerizim. Desde el Monte Ebal, los levitas pronunciarán una serie de maldiciones contra aquellos que desobedezcan los mandamientos de Dios. Desde el Monte Gerizim, se pronunciarán bendiciones para aquellos que obedezcan los mandamientos. Esto sirve como un recordatorio solemne de las consecuencias de la obediencia y la desobediencia.
  3. La confirmación del pacto (Versículos 26-28): El pueblo responde afirmativamente a cada maldición y bendición pronunciada, indicando su compromiso de obedecer los mandamientos de Dios y cumplir su pacto.

En resumen, el capítulo 27 de Deuteronomio presenta la ceremonia de las piedras en los montes Ebal y Gerizim como un acto solemne de confirmación del pacto entre Dios y el pueblo de Israel. Se pronuncian maldiciones y bendiciones como recordatorio de la importancia de la obediencia a los mandamientos de Dios. Esta ceremonia tenía como objetivo reforzar el compromiso del pueblo de vivir según la ley divina y las consecuencias de sus acciones.

Rate this post