Malaquías: 4 - bibliaclic Saltar al contenido

Malaquías: 4

Texto integro del Libro de la biblia Malaquías capítulo: 4

Malaquías 4
El advenimiento del día de Jehová
1Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
2Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
3Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.
4Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.
5He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.
6El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

Resumen del capítulo 4 del libro de Malaquías

El capítulo 4 de Malaquías sirve como el epílogo final del Antiguo Testamento y del libro de Malaquías en particular. Este breve pero significativo capítulo aborda temas de juicio y restauración, así como la promesa de la llegada de Elías antes del gran y temible día del Señor.

La primera sección del capítulo 4 comienza con una imagen de juicio y destrucción para los malvados, que serán consumidos como paja. Por otro lado, para los que temen al Señor, se menciona un sol de justicia que traerá sanidad en sus alas. Esta imagen poética enfatiza la distinción entre los justos y los impíos en el día del juicio, con consecuencias eternas.

La segunda sección del capítulo 4 se centra en la figura de Elías, quien es profetizado para venir antes del día del Señor. Se menciona que Elías “restaurará el corazón de los padres a los hijos y el corazón de los hijos a los padres”, una profecía que ha sido interpretada de diversas maneras. En el contexto cristiano, muchos consideran que esta profecía apunta a la llegada de Juan el Bautista como el precursor de Jesucristo, cumpliendo simbólicamente la función de restaurar relaciones familiares y preparar el camino para el Mesías.

La tercera sección del capítulo 4 destaca la importancia de recordar y obedecer la Ley de Moisés. Se menciona que Moisés fue un siervo fiel de Dios y que la Ley fue dada a través de él en el monte Horeb. La exhortación a recordar y obedecer la Ley sirve como un recordatorio final de la importancia de la fidelidad a los mandamientos divinos.

El capítulo 4 concluye con una declaración sobre la llegada del día grande y temible del Señor. Se menciona que ese día vendrá como un horno ardiente, y tanto los arrogantes como los malvados serán como paja consumida por el fuego. En contraste, aquellos que temen al Señor experimentarán el sol de justicia, trayendo curación y vida. La elección de la palabra “temor” resalta la importancia de reverenciar y obedecer a Dios como una respuesta apropiada a su grandeza y santidad.

El capítulo 4 de Malaquías ofrece una conclusión poderosa al mensaje profético del libro. Aborda la realidad del juicio divino para los malvados, pero también destaca la promesa de restauración y bendición para aquellos que temen al Señor. La mención de Elías como precursor del día del Señor se ha interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia, pero en la tradición cristiana, se asocia comúnmente con Juan el Bautista y su papel en preparar el camino para la venida de Jesucristo.

En resumen, el capítulo 4 de Malaquías presenta un cierre impactante al Antiguo Testamento, con imágenes de juicio y restauración, la figura de Elías como precursor, la importancia de recordar y obedecer la Ley de Moisés, y la anticipación del día grande y temible del Señor. Este capítulo enfatiza la necesidad de reverenciar a Dios y vivir en obediencia a sus mandamientos, preparándose para el día de rendir cuentas ante el Señor y anticipando la bendición de aquellos que le temen.