Texto integro del Libro de la biblia Isaías capítulo: 63
Isaías 64
1¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes,
2como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia!
3Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.
4Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera.
5Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos?
6Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
7Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
8Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
9No te enojes sobremanera, Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.
10Tus santas ciudades están desiertas, Sion es un desierto, Jerusalén una soledad.
11La casa de nuestro santuario y de nuestra gloria, en la cual te alabaron nuestros padres, fue consumida al fuego; y todas nuestras cosas preciosas han sido destruidas.
12¿Te estarás quieto, oh Jehová, sobre estas cosas? ¿Callarás, y nos afligirás sobremanera?
Resumen del capítulo 63 del libro de Isaías
El capítulo 63 de Isaías es una oración poética que revela la imagen de un guerrero divino, el Redentor, que interviene para salvar a Su pueblo. Este capítulo es una expresión apasionada de súplica y reflexión sobre la misericordia y la ira de Dios. A continuación, se presenta un resumen estructurado del capítulo:
Introducción:
El capítulo 63 comienza con una pregunta sobre quién es este que viene de Edom, vestido con ropas rojas y pisoteando en el lagar solo. La respuesta revela que es el poderoso Redentor, lleno de justicia, que viene a salvar.
Versículos 1-6: El Guerrero Divino en la Vendimia:
El Redentor es retratado como un guerrero victorioso que ha pisoteado solo el lagar, una imagen simbólica de la ira divina. Se destaca la intervención divina para salvar a Su pueblo, recordando los actos poderosos de Dios en el pasado, especialmente durante el éxodo de Israel de Egipto.
Versículos 7-14: Reflexión sobre la Misericordia y la Apostasía:
Isaías reflexiona sobre la misericordia pasada de Dios hacia Israel, recordando cómo en Su amor y compasión los había redimido y llevado. Sin embargo, el pueblo se rebeló y resistió el Espíritu Santo, lo que llevó a la aflicción divina. A pesar de esto, el profeta ruega por la intervención divina y recuerda la relación especial entre Dios y Su pueblo.
Versículos 15-19: Súplica por la Intervención Divina:
El capítulo concluye con una súplica apasionada por la intervención divina. Isaías ruega a Dios que mire desde los cielos, descienda y guíe a Su pueblo. Aunque Israel se ha apartado, el profeta implora la gracia y la misericordia de Dios.
Conclusión:
El capítulo 63 de Isaías presenta una imagen poderosa del Redentor como un guerrero divino que interviene para salvar a Su pueblo. La descripción de la vendimia simboliza la ira divina y la intervención en la historia humana. Isaías reflexiona sobre la misericordia pasada de Dios y la apostasía de Israel, destacando la importancia de la relación entre Dios y Su pueblo. A pesar de la rebelión, el profeta ruega por la intervención divina y recuerda la fidelidad de Dios en el pasado. Este capítulo refleja un tema recurrente en Isaías: la interacción entre la ira y la misericordia divinas, así como la llamada al arrepentimiento y la renovación de la relación con Dios. La súplica final resalta la esperanza en la gracia y la misericordia de Dios, incluso en medio de la apostasía y la aflicción.