Texto integro del Libro de la biblia Isaías capítulo: 60
Isaías 61
Buenas nuevas de salvacion para Sion
1El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
2a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
3a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
4Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.
5Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores.
6Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.
7En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo.
8Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.
9Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jehová.
10En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.
11Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.
Resumen del capítulo 60 del libro de Isaías
El capítulo 60 de Isaías presenta una visión profética de la gloria futura de Jerusalén y la llegada de la luz divina que transformará la oscuridad. Este capítulo se centra en la restauración de la ciudad y la manifestación de la gloria de Dios. A continuación, se presenta un resumen estructurado del capítulo:
Introducción:
El capítulo 60 comienza con un llamado a la ciudad de Jerusalén a levantarse y brillar, ya que ha llegado su luz y la gloria del Señor se ha manifestado sobre ella.
Versículos 1-3: La Luz de Dios sobre Jerusalén:
Isaías anuncia la llegada de la luz divina sobre Jerusalén. Esta luz no solo traerá iluminación espiritual sino también atracción de las naciones. Los reyes vendrán a la luz de Jerusalén, y las riquezas de las naciones se dirigirán hacia ella.
Versículos 4-7: La Restauración y Prosperidad de Jerusalén:
El profeta describe la restauración de Jerusalén con la llegada de la multitud de camellos que traen tributos y riquezas. Las naves de Tarsis, simbolizando naves de lujo, contribuirán al esplendor de la ciudad. Jerusalén será enaltecida y será la fuente de bendición para sus habitantes.
Versículos 8-9: La Restauración de los Exiliados:
Se destaca la restauración de los exiliados, que volverán a Jerusalén trayendo consigo a sus hijos y riquezas. Esta imagen simboliza la reunión de la familia de Dios y la prosperidad después del sufrimiento.
Versículos 10-14: La Contribución de las Naciones a Jerusalén:
Isaías continúa describiendo cómo las naciones acudirán a Jerusalén para contribuir con sus recursos y riquezas. Se enfatiza que aquellos que la han despreciado en el pasado ahora vendrán humildemente y la honrarán.
Versículos 15-22: La Eternidad de la Luz de Jerusalén:
El profeta destaca que la oscuridad será disipada permanentemente, y Jerusalén experimentará una paz eterna. La ciudad no tendrá más necesidad del sol ni de la luna, ya que la gloria del Señor será su luz perpetua. Los reinos que no la sirvan perecerán, pero aquellos que la honren experimentarán bendiciones eternas.
Conclusión:
El capítulo 60 de Isaías es un himno de esperanza y restauración para Jerusalén. Describe la llegada de la luz divina que transformará la ciudad y la convertirá en un faro de gloria para las naciones. La imagen de las naciones trayendo riquezas y tributos destaca la exaltación de Jerusalén y su papel central en la manifestación de la gloria de Dios. La restauración de los exiliados y la contribución de las naciones subrayan la idea de que la ciudad será el epicentro de la bendición divina. Finalmente, la visión de una luz eterna y la paz perpetua refuerzan la idea de que la restauración de Jerusalén será completa y duradera. Este capítulo refleja la promesa de Dios de redimir y restaurar a Su pueblo, revelando la gloria divina de una manera impactante y visionaria.