Texto integro del Libro de Salmos capítulo: 60
Salmos 60
Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo
1Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
2Hiciste temblar la tierra, la has hendido; Sana sus roturas, porque titubea.
3Has hecho ver a tu pueblo cosas duras; Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
4Has dado a los que te temen bandera Que alcen por causa de la verdad. Selah
5Para que se libren tus amados, Salva con tu diestra, y óyeme.
6Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
7Mío es Galaad, y mío es Manasés; Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador.
8Moab, vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea.
9¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom?
10¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres.
12En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos.
Resumen del capítulo 60 del libro de Salmos
Resumen del Salmo 60: La Súplica por Restauración y Protección
El Salmo 60 es atribuido a David y se considera un lamento por la derrota de Israel en la guerra. Aunque el tono inicial es de angustia, el salmo termina con una súplica confiada en la ayuda de Dios.
Versículos 1-4: Derrota y Desolación:
David comienza expresando la desolación de Israel y la sensación de que Dios los ha rechazado. Aunque el salmista señala que ha ondeado una bandera para aquellos que le temen, implora la intervención divina ante la derrota sufrida.
Versículos 5-8: La Súplica por Restauración:
En esta sección, David hace una súplica directa a Dios para que salve a su pueblo. Reconoce la fragilidad humana y la necesidad de la ayuda divina. Expresa la confianza de que, con la intervención de Dios, Israel experimentará restauración y victoria sobre sus enemigos.
Versículos 9-10: La Confianza en Dios:
A pesar de la derrota inicial, David proclama su confianza en Dios y declara que él liderará en la fuerza de Dios. Asegura que confiar en Dios traerá la victoria y que Dios despreciará y derrotará a los enemigos.
Versículos 11-12: La Petición Final:
El Salmo concluye con una petición final por la ayuda divina. David reconoce que la ayuda humana es inútil sin la intervención de Dios. Pide que Dios nos ayude en la angustia, porque la ayuda del hombre es vanidad.
Aplicación y Significado:
El Salmo 60 presenta la respuesta del pueblo de Israel ante una derrota militar. David, enfrentando la realidad de la desolación, recurre a Dios en súplica, buscando restauración y protección divina.
La descripción de Israel como “rechazado” y la súplica por restauración reflejan la sensación de alienación y necesidad de intervención divina. Aunque los problemas parecen insuperables, David confía en la capacidad de Dios para cambiar la situación.
La confianza en Dios, expresada en la afirmación de que liderará en la fuerza de Dios, destaca la dependencia fundamental en la ayuda divina. David reconoce que la victoria no vendrá por la fuerza humana, sino a través de la intervención divina.
La petición final de David subraya la lección de la vanidad de confiar solo en la ayuda humana. Aunque los recursos humanos pueden ser útiles, la verdadera solución y protección provienen de Dios. Esta es una lección aplicable en muchas áreas de la vida donde la confianza exclusiva en los esfuerzos humanos puede resultar insuficiente.
En resumen, el Salmo 60 es un lamento por la derrota y, al mismo tiempo, una súplica confiada en la restauración y protección divina. David, enfrentando la desolación, busca a Dios como la fuente última de ayuda y confía en que la intervención divina traerá la victoria y la restauración para el pueblo de Israel.