El Poder y la Belleza del Salmo 118: Un Canto de Victoria y Gratitud
El Salmo 118 es uno de los pasajes más poderosos y celebrados de la Biblia. Desde su primer versículo, nos invita a alabar a Jehová por su bondad y misericordia eterna. Pero este salmo va más allá de un simple himno de alabanza; es un testimonio personal de liberación, una declaración de confianza inquebrantable en Dios y una profecía que encuentra su cumplimiento en Cristo.
La Misericordia Eterna de Jehová
El salmo comienza con un llamado universal a la alabanza: “Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia”. Esta frase se repite a lo largo de las Escrituras, pero aquí adquiere un tono íntimo. No solo Israel y la casa de Aarón son convocados, sino también “los que temen a Jehová”, es decir, todos los que buscan vivir en obediencia a Él.
En momentos de angustia, el salmista clama a Dios y recibe respuesta: “Desde la angustia invoqué a JAH, y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso”. Esta experiencia de liberación no es única; muchos creyentes han sentido el alivio divino al confiar en Él en medio de la tribulación.
Confiar en Dios Más Que en los Hombres
Uno de los versículos más citados de este salmo es: “Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre”. En un mundo donde las promesas humanas fallan y las seguridades terrenales se desvanecen, esta verdad resuena con fuerza. El salmista lo sabe bien: incluso cuando “todas las naciones me rodearon”, su fe en el nombre de Jehová lo llevó a la victoria.
La imagen de ser rodeado “como abejas” y asediado por enemigos es vívida. Pero la respuesta del creyente es clara: “Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré”. No es por fuerza propia, sino por el poder de Dios.
La Piedra Desechada y el Día de la Salvación
Uno de los versos más proféticos del Salmo 118 es: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo”. Jesús mismo citó este pasaje (Mateo 21:42) para señalar cómo los líderes religiosos lo rechazaron, pero Dios lo exaltó. Este salmo, escrito siglos antes de Cristo, apunta directamente a la redención que vendría por medio de Él.
El salmista proclama: “No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH”. Esta declaración de fe es un recordatorio de que, incluso en las pruebas más duras, Dios tiene un propósito. El castigo puede venir, pero no es definitivo: “Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte”.
Un Canto para Hoy y Siempre
El salmo culmina con una explosión de alabanza: “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él”. Estas palabras se cantan en congregaciones alrededor del mundo, recordándonos que cada día es un regalo de Dios.
Finalmente, el salmista exclama: “Mi Dios eres tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré”. No hay mayor declaración de devoción. El Salmo 118 no es solo un texto antiguo; es un himno vivo, una oración que sigue inspirando a generaciones a confiar, agradecer y celebrar la fidelidad de Dios.
Si estás pasando por un momento difícil, recuerda las palabras de este salmo. Clama a Jehová, confía en Él más que en las soluciones humanas, y canta con gozo: “Porque para siempre es su misericordia”.
Texto integro del Libro de Salmos capítulo: 118
Salmos 118
Acción de gracias por la salvación recibida de Jehová
1Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
2Diga ahora Israel, Que para siempre es su misericordia.
3Diga ahora la casa de Aarón, Que para siempre es su misericordia.
4Digan ahora los que temen a Jehová, Que para siempre es su misericordia.
5Desde la angustia invoqué a JAH, Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.
6Jehová está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
7Jehová está conmigo entre los que me ayudan; Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
8Mejor es confiar en Jehová Que confiar en el hombre.
9Mejor es confiar en Jehová Que confiar en príncipes.
10Todas las naciones me rodearon; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
11Me rodearon y me asediaron; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
12Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos; Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.
13Me empujaste con violencia para que cayese, Pero me ayudó Jehová.
14Mi fortaleza y mi cántico es JAH, Y él me ha sido por salvación.
15Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; La diestra de Jehová hace proezas.
16La diestra de Jehová es sublime; La diestra de Jehová hace valentías.
17No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH.
18Me castigó gravemente JAH, Mas no me entregó a la muerte.
19Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH.
20Esta es puerta de Jehová; Por ella entrarán los justos.
21Te alabaré porque me has oído, Y me fuiste por salvación.
22La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo.
23De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
24Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.
25Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego; Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.
26Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos.
27Jehová es Dios, y nos ha dado luz; Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.
28Mi Dios eres tú, y te alabaré; Dios mío, te exaltaré.
29Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
Resumen del capítulo 118 del libro de Salmos
Salmo 118: Acción de Gracias por la Victoria
El Salmo 118 es un himno de acción de gracias que celebra la fidelidad y el poder de Dios en momentos de aflicción y peligro. Es conocido por contener la afirmación: “Dad gracias al Señor, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia.”
1. Invitación a la Acción de Gracias (Versículos 1-4): El Salmo comienza con una invitación a dar gracias al Señor por su bondad y eterna misericordia. Se anima a Israel, los sacerdotes y todos los que temen al Señor a declarar que su misericordia es eterna.
2. La Experiencia de la Aflicción y la Liberación (Versículos 5-14): El salmista recuerda una experiencia de angustia y aflicción en la que clamó al Señor y fue respondido. El Señor se convirtió en su fortaleza y salvación, y no tuvo miedo.
3. La Victoria y la Justicia del Señor (Versículos 15-18): El salmista proclama la alegría y el canto de victoria, pues la mano derecha del Señor es exaltada y ejerce justicia. El Señor no lo entregó a la muerte, sino que le dio vida.
4. La Puerta de la Justicia (Versículos 19-21): Se menciona la apertura de las puertas de justicia para que el salmista pueda entrar y dar gracias al Señor. Esto es interpretado como un símbolo de acceso a la presencia y bendición de Dios.
5. La Piedra Despreciada (Versículos 22-24): Se menciona una piedra que los constructores despreciaron pero que se convirtió en la piedra angular. Esto es interpretado como una metáfora de la obra redentora de Dios.
6. El Grito de Triunfo (Versículos 25-26): El salmista proclama bendiciones sobre aquellos que vienen en el nombre del Señor. Se les anima a bendecir desde la casa del Señor.
7. La Invocación a la Acción de Gracias (Versículos 1-4, 29): A lo largo del Salmo, se enfatiza la invitación a dar gracias al Señor por su bondad y eterna misericordia. Se anima a Israel y a todos los que temen al Señor a proclamar su misericordia.
8. La Experiencia Personal de Aflicción y Liberación (Versículos 5-14): El salmista relata una experiencia personal de angustia y peligro en la que clamó al Señor y fue liberado. Se destaca la fidelidad y el poder de Dios en momentos de aflicción.
9. La Celebración de la Victoria (Versículos 15-29): El Salmo culmina con una celebración de la victoria y justicia del Señor. Se proclama la bendición sobre aquellos que vienen en el nombre del Señor y se enfatiza la importancia de alabar y agradecer a Dios en su casa.
En resumen, el Salmo 118 es un himno de acción de gracias que celebra la fidelidad y el poder de Dios en momentos de aflicción y peligro. Se enfatiza la importancia de dar gracias al Señor por su bondad y eterna misericordia. El Salmo también destaca la experiencia personal de aflicción y liberación, así como la victoria y justicia del Señor.
