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2 Crónicas 34

2 Crónicas 34: El Reinado de Josías

Descubrimiento de la Ley y Reforma Espiritual

En este capítulo de 2 Crónicas, observamos cómo Josías, rey de Judá, llevó a cabo una de las reformas espirituales más significativas en la historia de Israel. Este relato subraya la importancia del descubrimiento de la Palabra de Dios, el arrepentimiento nacional y la restauración del culto verdadero. A través de estos eventos, encontramos principios espirituales que nos hablan de la centralidad de la ley divina, el juicio y la misericordia de Dios, y la necesidad de un corazón contrito ante Él.

La Fidelidad Inicial de Josías

El texto describe cómo Josías hizo “lo recto ante los ojos de Jehová” desde el principio de su reinado. A los ocho años de edad, ya mostraba interés por seguir los caminos de Dios, y a los dieciséis comenzó a buscar al Señor con sinceridad. Luego, a los veinte años, inició una campaña para eliminar la idolatría de Judá, derribando altares idólatras, imágenes de Asera y otros lugares de culto pagano.

Este compromiso temprano con la pureza espiritual preparó el camino para una restauración más profunda cuando llegó el momento adecuado.

El Descubrimiento del Libro de la Ley

Durante la renovación del templo, Hilcías, el sumo sacerdote, encontró el libro de la ley de Jehová, dado por medio de Moisés. Este descubrimiento fue un momento decisivo en el reinado de Josías. Cuando el escriba Saphán leyó el libro al rey, Josías se dio cuenta de cuán lejos había caído el pueblo de Judá de los mandamientos divinos.

Al escuchar las palabras de la ley, Josías rasgó sus vestidos en señal de luto y envió a sus mensajeros a consultar al Señor sobre lo que debían hacer. Este acto refleja su humildad y reconocimiento de la seriedad del pecado de Judá frente a Dios.

La Profecía de Hulda y el Arrepentimiento Nacional

Los mensajeros de Josías consultaron a la profetisa Hulda, quien transmitió un mensaje de advertencia y esperanza. Jehová declaró que traería juicio sobre Jerusalén debido a la apostasía del pueblo, pero también prometió que Josías no vería este desastre porque su corazón estaba tierno y se había humillado ante Dios.

Josías convocó a todo el pueblo en el templo y les leyó el libro de la ley. Luego, renovó el pacto con Jehová, comprometiéndose a seguir Sus mandamientos con todo su corazón y alma. Todo el pueblo se unió a este pacto, demostrando un arrepentimiento genuino y colectivo.

Las Reformas Espirituales

Josías ordenó la eliminación completa de toda práctica idólatra en Judá y en los territorios ocupados por Israel. Destruyó altares dedicados a dioses falsos, incineró los huesos de los ídolos en los lugares altos y purificó el templo de cualquier contaminación. También celebró la Pascua con una solemnidad sin precedentes, asegurándose de que el pueblo volviera a centrar su adoración en Jehová.

Estas acciones reflejan la pasión de Josías por restaurar el culto verdadero y su determinación de guiar al pueblo hacia la obediencia a Dios.

Lecciones sobre Arrepentimiento y Restauración

Este capítulo nos enseña importantes principios espirituales aplicables a nuestra vida diaria:

  1. La Importancia de la Palabra de Dios: El descubrimiento de la ley reveló cuán lejos había caído el pueblo de Judá. Hoy, la Biblia sigue siendo nuestra guía esencial para vivir en obediencia a Dios.
  2. El Valor del Arrepentimiento Humilde: Josías reconoció el pecado del pueblo y actuó con rapidez para rectificarlo. Un corazón contrito siempre encuentra gracia ante Dios.
  3. La Centralidad del Culto Verdadero: Eliminar la idolatría y restaurar el culto a Jehová es fundamental para mantener una relación genuina con Él.
  4. La Misericordia de Dios en Medio del Juicio: Aunque el juicio era inevitable, Josías experimentó la misericordia divina debido a su arrepentimiento sincero.

Te invito a compartir este estudio con otros creyentes interesados en comprender mejor el ejemplo de Josías y cómo podemos aplicar estos principios en nuestras vidas. Al difundir estas verdades, ayudamos a otros a aprender de la sabiduría bíblica y comprometerse más profundamente con el servicio divino.

Texto integro del Libro de 2 Crónicas capítulo: 34
2 Crónicas capítulo 34

Capítulo 34

DE OCHO años era Josías cuando comenzó á reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalem.
2 Este hizo lo recto en ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse á la diestra ni á la siniestra.
3 A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó á buscar al Dios de David su padre; y á los doce años comenzó á limpiar á Judá y á Jerusalem de los altos, bosques, esculturas, é imágenes de fundición.
4 Y derribaron delante de él los altares de los Baales, é hizo pedazos las imágenes del sol, que estaban puestas encima; despedazó también los bosques, y las esculturas y estatuas de fundición, y desmenuzólas, y esparció el polvo sobre los sepulcros de los que las habían sacrificado.
5 Quemó además los huesos de los sacerdotes sobre sus altares, y limpió á Judá y á Jerusalem.
6 Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Ephraim, y Simeón, hasta en Nephtalí, con sus lugares asolados alrededor.
7 Y como hubo derribado los altares y los bosques, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruído todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvióse á Jerusalem.
8 A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra, y la casa, envió á Saphán hijo de Asalías, y á Maasías gobernador de la ciudad, y á Joah hijo de Joachâz, canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios.
9 Los cuales vinieron á Hilcías, gran sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, que los Levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Ephraim y de todas las reliquias de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto á Jerusalem.
10 Y entregáronlo en mano de los que hacían la obra, que eran sobrestantes en la casa de Jehová; los cuales lo daban á los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo.
11 Daban asimismo á los oficiales y albañiles para que comprasen piedra de cantería, y madera para las trabazones, y para entabladura de las casas, las cuales habían destruído los reyes de Judá.
12 Y estos hombres procedían con fidelidad en la obra: y eran sus gobernadores Jahath y Abdías, Levitas de los hijos de Merari; y Zachârías y Mesullam de los hijos de Coath, para que activasen la obra; y de los Levitas, todos los entendidos en instrumentos de música.
13 También velaban sobre los ganapanes, y eran sobrestantes de los que se ocupaban en cualquier clase de obra; y de los Levitas había esribas, gobernadores, y porteros.
14 Y al sacar el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, Hilcías el sacerdote halló el libro de la ley de Jehová dada por mano de Moisés.
15 Y dando cuenta Hilcías, dijo á Saphán escriba: Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. Y dió Hilcías el libro á Saphán.
16 Y Saphán lo llevó al rey, y contóle el negocio, diciendo: Tus siervos han cumplido todo lo que les fué dado á cargo.
17 Han reunido el dinero que se halló en la casa de Jehová, y lo han entregado en mano de los comisionados, y en mano de los que hacen la obra.
18 A más de esto, declaró Saphán escriba al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me dió un libro. Y leyó Saphán en él delante del rey.
19 Y luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos;
20 Y mandó á Hilcías y á Ahicam hijo de Saphán, y á Abdón hijo de Michâ, y á Saphán escriba, y á Asaía siervo del rey, diciendo:
21 Andad, y consultad á Jehová de mí, y de las reliquias de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que se ha hallado; porque grande es el furor de Jehová que ha caído sobre nosotros, por cuanto nuestros padres no guardaron la palabra de Jehová, para hacer conforme á todo lo que está escrito en este libro.
22 Entonces Hilcías y los del rey fueron á Hulda profetisa, mujer de Sallum, hijo de Tikvath, hijo de Hasra, guarda de las vestimentas, la cual moraba en Jerusalem en la casa de la doctrina; y dijéronle las palabras dichas.
23 Y ella respondió: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Decid al varón que os ha enviado á mí, que así ha dicho Jehová:
24 He aquí yo traigo mal sobre este lugar, y sobre los moradores de él, todas las maldiciones que están escritas en el libro que leyeron delante del rey de Judá:
25 Por cuanto me han dejado, y han sacrificado á dioses ajenos, provocándome á ira en todas las obras de sus manos; por tanto mi furor destilará sobre este lugar, y no se apagará.
26 Mas al rey de Judá, que os ha enviado á consultar á Jehová, así le diréis: Jehová el Dios de Israel ha dicho así: Por cuanto oíste las palabras del libro,
27 Y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar, y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.
28 He aquí que yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tus sepulcros en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo traigo sobre este lugar, y sobre los moradores de él. Y ellos refirieron al rey la respuesta.
29 Entonces el rey envió y juntó todos los ancianos de Judá y de Jerusalem.
30 Y subió el rey á la casa de Jehová, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalem, y los sacerdotes, y los Levitas, y todo el pueblo desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó á oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová.
31 Y estando el rey en pie en su sitio, hizo alianza delante de Jehová de caminar en pos de Jehová, y de guardar sus mandamientos, sus testimonios, y sus estatutos, de todo su corazón y de toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.
32 E hizo que se obligaran á ello todos los que estaban en Jerusalem y en Benjamín: y los moradores de Jerusalem hicieron conforme al pacto de Dios, del Dios de sus padres.
33 Y quitó Josías todas las abominaciones de todas las tierras de los hijos de Israel, é hizo á todos los que se hallaron en Israel que sirviesen á Jehová su Dios. No se apartaron de en pos de Jehová el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió.

Resumen del capítulo 34 del libro de 2 Crónicas

Crónicas 2 Capítulo 34 se enfoca en el reinado del rey Josías de Judá, un líder piadoso que buscó restaurar la adoración verdadera y la obediencia a la ley de Dios en su reino.

Josías asciende al trono a la edad de ocho años después de la apostasía y mal gobierno de su padre, Amón. A medida que Josías crece, muestra un fuerte deseo de buscar a Dios. A los dieciséis años, comienza a buscar al Dios de David, su antepasado.

En el octavo año de su reinado, cuando aún es muy joven, Josías comienza a purificar Judá y Jerusalén de la idolatría. Ordena la destrucción de los altares y las imágenes de dioses falsos, incluso en las ciudades de Manasés y Efraín, que fueron previamente afectadas por la apostasía.

Mientras realizan trabajos de restauración en el Templo, el sumo sacerdote Hilcías encuentra el Libro de la Ley (presumiblemente el Pentateuco). Al leer este libro ante el rey, Josías se conmueve profundamente y reconoce la desobediencia de su pueblo a los mandamientos de Dios. Esto lo lleva a buscar la dirección divina y a enviar mensajeros para consultar a la profetisa Hulda acerca de las palabras del libro.

Hulda confirma que la ira de Dios se ha encendido contra Judá debido a sus pecados, pero Josías recibe un mensaje de gracia para sí mismo porque su corazón se humilló y él se arrepintió ante Dios.

Josías convoca a una gran asamblea en Jerusalén, donde lee el Libro de la Ley ante el pueblo y renueva la alianza con Dios. El rey y la gente se comprometen solemnemente a obedecer la ley y a seguir a Dios con todo su corazón.

Josías continúa su reforma religiosa eliminando toda forma de idolatría y maldad de Judá y Jerusalén. Incluso destruye los altares y las imágenes en los lugares altos fuera de Jerusalén. Josías también reinstaura la celebración de la Pascua en Jerusalén.

El capítulo narra la muerte de Josías en una batalla contra el faraón Necao de Egipto. Aunque Josías fue un rey justo y piadoso, su muerte señala el inicio de un período difícil para Judá. El pueblo llora la pérdida de Josías, y Jeremías, el profeta, compone lamentos en su honor.

En resumen, Crónicas 2 Capítulo 34 presenta la historia del rey Josías, quien lideró una significativa reforma religiosa en Judá, buscando restaurar la adoración verdadera y la obediencia a la ley de Dios.

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