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1 Reyes 6

1 Reyes 6: La Construcción del Templo de Jehová: Un Sueño Hecho Realidad

Cuando leemos 1 Reyes capítulo 6, nos encontramos en uno de los momentos más esperados y significativos de la historia de Israel: el inicio y desarrollo de la construcción del templo dedicado exclusivamente al nombre de Jehová. Este proyecto no solo tenía un propósito religioso, sino también simbólico y nacional. Era el cumplimiento de una promesa divina hecha a David, y ahora su hijo Salomón asumía la responsabilidad de llevarla a cabo.

El Comienzo de una Obra Monumental

El texto menciona con precisión cuándo se inició esta gran obra: “En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziph.” Estas fechas históricas no son simples anotaciones cronológicas; representan la fidelidad de Dios al pueblo elegido, trayendo consigo un momento de estabilidad y prosperidad suficiente para emprender un proyecto tan ambicioso.

La casa de Dios sería levantada siguiendo medidas específicas: sesenta codos de largo, veinte de ancho y treinta de alto. Estas proporciones eran cuidadosamente calculadas para transmitir tanto grandeza como armonía espiritual. Además, se incluyó un pórtico frontal de veinte codos de largo por diez de ancho, lo cual marcaba claramente la entrada sagrada, diferenciándola del resto del edificio.

Arquitectura, Materiales y Detalles Constructivos

Una característica única del templo era su diseño interior. Las ventanas tenían un estilo especial: “anchas por dentro, estrechas por fuera”, permitiendo una iluminación natural pero controlada. Esto simbolizaba cómo la luz de Dios debía filtrarse hacia el mundo exterior desde el lugar santo, sin perder su pureza ni su intensidad.

Salomón no construyó únicamente el templo principal, sino también cámaras laterales alrededor de las paredes. Estos aposentos se distribuían en tres niveles: el de abajo de cinco codos, el de en medio de seis y el tercero de siete codos de ancho. Esta disposición jerarquizada podía responder tanto a necesidades estructurales como a funciones litúrgicas o administrativas.

Pero uno de los detalles más llamativos del proceso constructivo fue el uso exclusivo de piedras ya terminadas: “la casa cuando se edificó, fabricáronla de piedras que traían ya acabadas; de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa.” Este silencio deliberado mantenía la solemnidad del lugar, evitando cualquier ruido violento que pudiera interferir con la santidad del espacio.

Interiorización y Decoración Sagrada

Aunque la estructura física era imponente, el interior del templo buscaba transmitir aún más la presencia divina. Las paredes interiores fueron revestidas con tablas de cedro, material valioso y resistente, símbolo de durabilidad y nobleza. El piso, por otro lado, estaba cubierto con madera de haya, lo cual ofrecía comodidad y belleza estética.

Pero lo más destacado del interior era el oráculo, también conocido como lugar santísimo. Este recinto, de forma cuadrada (20 x 20 codos), estaba completamente forrado de oro puro: “vestido de oro purísimo… altar de cedro cubierto de oro.” En este espacio se colocaría finalmente el arca del pacto, el símbolo más tangible de la alianza entre Dios e Israel.

Además, se colocaron dos querubines tallados en madera de oliva, cada uno de diez codos de altura, con alas extendidas que casi tocaban las paredes laterales y se encontraban en el centro del oráculo. Estos ángeles guardaban simbólicamente el lugar donde habitaba la gloria divina, reforzando así la idea de que Dios moraba entre su pueblo.

La Palabra de Dios Durante la Construcción

Mientras avanzaba la construcción, Jehová envió una palabra profética a Salomón, recordándole que la verdadera grandeza del templo no residía en sus materiales o dimensiones, sino en la fidelidad del pueblo a los mandamientos divinos: “Si anduvieres en mis estatutos, e hicieres mis derechos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo tendré firme contigo mi palabra que hablé a David tu padre.”

Este mensaje reafirmaba el pacto hecho con David: “habitaré en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel.” No era un contrato de negocios, sino una relación viva y dinámica entre Dios y su nación escogida. La casa física serviría como punto de encuentro entre ambos, siempre y cuando hubiera obediencia y corazón sincero.

Cierre de un Proyecto Histórico

La construcción del templo no fue rápida ni improvisada. Según el capítulo, comenzó “en el mes de Ziph, que es el segundo mes” del cuarto año del reinado de Salomón, y concluyó “en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el octavo mes”. Esto significa que tomaron exactamente siete años completos levantar esta obra monumental, asegurándose cada detalle, desde las fundamentaciones hasta los adornos finales.

Todo fue terminado “con todas sus pertenencias y con todo lo necesario”, dejando constancia de que no quedó nada incompleto o mal hecho. Desde las vigas de cedro hasta los atrios exteriores, pasando por los querubines dorados, cada elemento tenía su propósito y su significado teológico.

Reflexiones sobre el Capítulo 6 de 1 Reyes

Este capítulo no solo describe la culminación de un sueño personal de David, sino también el nacimiento de un nuevo capítulo espiritual para todo Israel. El templo no era simplemente una edificación más en Jerusalén, sino el corazón mismo de la nación, el lugar donde se renovaría constantemente la alianza entre Dios y su pueblo.

Nos enseña varias lecciones profundas:

  • Que Dios cumple sus promesas, incluso si transcurre tiempo antes de ver su realización.
  • Que la obediencia es mejor que el sacrificio, porque sin fidelidad a la Palabra, ningún templo puede ser realmente sagrado.
  • Que la preparación debe ir acompañada de reverencia, respetando el carácter santo de lo que se construye para el Altísimo.

¿Qué proyectos importantes tienes tú en marcha? ¿Cómo puedes aplicar hoy la paciencia, el orden y la devoción de Salomón en tus metas personales o espirituales?

¡Comparte este artículo con otros interesados en conocer más sobre la construcción del templo, la historia de Salomón o cómo se desarrolló uno de los proyectos bíblicos más grandes de todos los tiempos!

Texto integro del Libro de 1 Reyes capítulo: 6
1 Reyes capítulo 6

Capítulo 6

Y FUÉ en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziph, que es el mes segundo, que él comenzó á edificar la casa de Jehová.
2 La casa que el rey Salomón edificó á Jehová, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.
3 Y el pórtico delante del templo de la casa, de veinte codos de largo, según la anchura de la casa, y su ancho era de diez codos delante de la casa.
4 E hizo á la casa ventanas anchas por de dentro, y estrechas por de fuera.
5 Edificó también junto al muro de la casa aposentos alrededor, contra las paredes de la casa en derredor del templo y del oráculo: é hizo cámaras alrededor.
6 El aposento de abajo era de cinco codos de ancho, y el de en medio de seis codos de ancho, y el tercero de siete codos de ancho: porque por de fuera había hecho disminuciones á la casa en derredor, para no trabar las vigas de las paredes de la casa.
7 Y la casa cuando se edificó, fabricáronla de piedras que traían ya acabadas; de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro.
8 La puerta del aposento de en medio estaba al lado derecho de la casa: y subíase por un caracol al de en medio, y del aposento de en medio al tercero.
9 Labró pues la casa, y acabóla; y cubrió la casa con artesonados de cedro.
10 Y edificó asimismo el aposento en derredor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba en la casa con maderas de cedro.
11 Y fué palabra de Jehová á Salomón, diciendo:
12 Esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos, é hicieres mis derechos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo tendré firme contigo mi palabra que hablé á David tu padre;
13 Y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no dejaré á mi pueblo Israel.
14 Así que, Salomón labró la casa, y acabóla.
15 Y aparejó las paredes de la casa por de dentro con tablas de cedro, vistiéndola de madera por dentro, desde el solado de la casa hasta las paredes de la techumbre: cubrió también el pavimento con madera de haya.
16 Asimismo hizo al cabo de la casa un edificio de veinte codos de tablas de cedro, desde el solado hasta lo más alto; y fabricóse en la casa un oráculo, que es el lugar santísimo.
17 Y la casa, á saber, el templo de dentro, tenía cuarenta codos.
18 Y la casa estaba cubierta de cedro por de dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía.
19 Y adornó el oráculo por de dentro en medio de la casa, para poner allí el arca del pacto de Jehová.
20 Y el oráculo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, y otros veinte de ancho, y otros veinte de altura; y vistiólo de oro purísimo: asimismo cubrió el altar de cedro.
21 De suerte que vistió Salomón de oro puro la casa por de dentro, y cerró la entrada del oráculo con cadenas de oro, y vistiólo de oro.
22 Cubrió pues de oro toda la casa hasta el cabo; y asimismo vistió de oro todo el altar que estaba delante del oráculo.
23 Hizo también en el oráculo dos querubines de madera de oliva, cada uno de altura de diez codos.
24 La una ala del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos: así que había diez codos desde la punta de la una ala hasta la punta de la otra.
25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un tamaño y de una hechura.
26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo el otro.
27 Y puso estos querubines dentro de la casa de adentro: los cuales querubines extendían sus alas, de modo que el ala del uno tocaba á la pared, y el ala del otro querubín tocaba á la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una á la otra en la mitad de la casa.
28 Y vistió de oro los querubines.
29 Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmas, y de botones de flores, por de dentro y por de fuera.
30 Y cubrió de oro el piso de la casa, de dentro y de fuera.
31 Y á la entrada del oráculo hizo puertas de madera de oliva; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.
32 Las dos puertas eran de madera de oliva; y entalló en ellas figuras de querubines y de palmas y de botones de flores, y cubriólas de oro: cubrió también de oro los querubines y las palmas.
33 Igualmente hizo á la puerta del templo postes de madera de oliva cuadrados.
34 Pero las dos puertas eran de madera de haya; y los dos lados de la una puerta eran redondos, y los otros dos lados de la otra puerta también redondos.
35 Y entalló en ellas querubines y palmas y botones de flores, y cubriólas de oro ajustado á las entalladuras.
36 Y edificó el atrio interior de tres órdenes de piedras labradas, y de un orden de vigas de cedro.
37 En el cuarto año, en el mes de Ziph, se echaron los cimientos de la casa de Jehová:
38 Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fué acabada la casa con todas sus pertenencias, y con todo lo necesario. Edificóla pues, en siete años.

Resumen del capítulo 6 del libro de 1 Reyes

El Libro de 1 Reyes, capítulo 6, describe en detalle la construcción del Templo en Jerusalén durante el reinado de Salomón. Este capítulo proporciona una visión exhaustiva de cómo se erigió esta estructura sagrada en la historia de Israel. A continuación, se presenta un resumen completo del capítulo 6:

El capítulo 6 comienza indicando que la construcción del Templo comenzó 480 años después de que los israelitas salieran de Egipto y 4 años después de que Salomón asumiera el trono. Se menciona que el Templo se construyó en el monte Moría, el mismo lugar donde su padre, el rey David, había comprado la era de Ornán el jebuseo para construir un altar al Señor.

El Templo tiene unas dimensiones impresionantes: 60 codos de largo, 20 codos de ancho y 30 codos de alto. Es importante destacar que el codo es una medida antigua de longitud, lo que hace que el Templo sea una estructura significativamente grande.

Las paredes del Templo están revestidas con madera de cedro y decoradas con tallas y relieves de querubines, palmas y flores, que están recubiertos con oro. El interior del Templo se divide en dos compartimentos: el Santo Lugar y el Lugar Santísimo, separados por un velo o cortina. Dentro del Lugar Santísimo se encuentra el Arca de la Alianza, que contiene las Tablas de la Ley.

El Templo se construyó con precisión y cuidado, utilizando materiales de alta calidad, como madera de cedro, piedra tallada y oro. También se menciona que se construyeron dos columnas, llamadas Jachín y Boaz, que se colocaron en la entrada del Templo.

La construcción del Templo llevó siete años en total, y una vez finalizado, se celebró una ceremonia de dedicación en la que el Arca de la Alianza se trasladó al Lugar Santísimo. Cuando los sacerdotes sacaron el Arca, la nube del Señor llenó el Templo, simbolizando la presencia divina en ese lugar.

El capítulo 6 destaca la importancia del Templo como el centro de la adoración y la relación entre Dios y su pueblo. La construcción del Templo fue un hito significativo en la historia de Israel y un cumplimiento de la promesa de Dios a David.

En resumen, el capítulo 6 de 1 Reyes describe en detalle la construcción del Templo en Jerusalén durante el reinado de Salomón, resaltando sus dimensiones, materiales de construcción y la importancia espiritual de esta estructura en la vida religiosa de Israel.

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